Marcelo Morales volvió a recibir un duro golpe durante su travesía en Estados Unidos. El lateral izquierdo fue marginado del partido de cuartos de final de la US Open Cup entre New York Red Bulls ante Philadelphia Union.
El entrenador Sandro Schwarz fue claro: el exdefensor de Universidad de Chile llegó con una hora de retraso a la práctica del martes por lo que no sería considerado por una medida disciplinaria, días después de su debut oficial en Norteamérica.
¿Debut y despedida para Morales en Estados Unidos?
La semana pasada, el sueño americano de Shelo por fin se estaba concretando. Luego de una larga espera, debutó el 6 de agosto con la camiseta de la franquicia neoyorquina.
Morales, fue una de las figuras de su equipo registrando una asistencia y anotando en la tanda de penales del triunfo ante Juárez de México en la Leagues Cup.
El zurdo estaba iniciando un nuevo capítulo tras más de medio año sin poder jugar con el primer equipo. Ahora, los problemas disciplinarios llegan para frenar un envión que costó demasiado construir, poniendo en duda su continuidad en el equipo titular.
Un año para el olvido
Su arribo a la MLS no fue sencillo. Fichado a inicios de 2025, debió esperar más de la cuenta el visado, trámites que lo mantuvieron semanas sin entrenar con normalidad.
Cuando estaba listo para sumarse, una vieja lesión en la rodilla lo obligó a pasar por el quirófano. El calendario avanzaba y Morales solo podía sumar minutos en el equipo reserva en el marco de la MLS Next Pro.
Recién en agosto llegó la recompensa, aunque duró poco. El fin de semana pasado tampoco estuvo en la derrota ante Real Salt Lake por la MLS, y el duelo copero de este miércoles se presentaba como su chance para consolidarse. Ahora, con el castigo, la incertidumbre sobre su futuro crece.
De momento, el club no ha confirmado si la sanción se extenderá más allá del partido de US Open Cup. Parte de la prensa norteamericana indica que todo depende del DT, que se mostró abierto a reincorporarlo pronto.
Ahora, el desafío para Morales es doble: dejar atrás los problemas que lo han seguido desde su salida del Romántico Viajero y recuperar la confianza en un equipo que exige rendimiento pero también disciplina.
A sus 21 años, y con solo un partido oficial en Estados Unidos, todavía tiene margen para revertir una temporada que, hasta ahora, no ha sido el sueño americano que esperaba.
