#OpiniónCruzada: “Conexión”

Por Pablo Mettroz (@pablo_mettroz)

Se preveía que iba a ser tremendamente difícil el compromiso frente a Everton en Sausalito. Se ha notado la mejora futbolística del equipo viñamarino desde la llegada de su entrenador, Pablo “Vitamina” Sánchez; lograron salir de la zona de descenso, alcanzaron la final de la Copa Chile, y, ahora, forman parte del selecto grupo de punteros del Torneo Clausura, luego de dos fechas jugadas.

La UC llegó al mediodía de la Quinta Región con dos bajas obligadas dentro del once titular: Lanaro y Fuenzalida, ambos por lesiones musculares. Lamentablemente, Kuscevic ni bien comenzó el partido envió señales de que no sería un buen partido para él. El Chiki Cordero intentó desbordar por la izquierda pero fue bien contenido por Alucema, y terminó siendo sustituido por el Pájaro Gutiérrez, en un intento de Mario Salas por ir a meter al local a su área.

Everton propuso salir a lastimar a la UC desde el comienzo, marcar la diferencia en los primeros 45 minutos, y luego cuidar la ventaja. Les salió a la perfección, ya que a los 20’ ya iban 2-0 arriba luego del penal convertido por Wilson Morelo y de la arremetida de Orellana al segundo palo después del centro arrastrado del mismo volante colombiano. El segundo tiempo decidieron echarse unos cuantos metros más atrás para contener el avance cruzado y salir rápidamente de contraataque. Cerato pudo aumentar de zurda luego de un rápido ataque por la derecha, pero Toselli respondió bien.

A la UC, por otra parte, le costó sacarse de encima la presión viñamarina. Kalinski recibía incómodo, Parot arriesgaba al salir dribleando desde el fondo y Buonanotte estaba permanentemente rodeado de dos y hasta tres defensas oro y cielo. El uruguayo Silva se perdía entremedio de los zagueros locales y, en lugar de buscar el arco contrario, gastaba sus energías correteando en defensa.

A propósito del delantero uruguayo, la falta de gol es un problema que ya empieza a preocupar. A diferencia del comienzo titubeante del semestre pasado, en que se generaba una cantidad exagerada de ocasiones y las fallaba todas, esta vez noto que el equipo genera menos oportunidades de gol e igualmente no logra convertir. Cabe recordar que ambos goles anotados en este torneo han sido de penal, y en ese sentido me parece que a Silva le falta todavía sintonizarse con el resto del equipo y, particularmente, con Diego Buonanotte, quien esperamos le entregue muchos pases para que pueda convertir. En estos dos partidos me parece que pateó solo una vez al arco (solo recuerdo la de ayer de forma mordida en el primer tiempo). Es muy poco para un centrodelantero. Baja a defender, molesta a los zagueros, gana por arriba, pero ayer se vio rodeado de defensas, al igual que el resto del equipo en toda la cancha. Esa conexión con sus compañeros la logrará con más entrenamientos, más tiempo y más esfuerzo. Su calidad es incuestionable y todos esperamos expectantes que se suelte y empiece a hacer lo que mejor sabe: goles.

La próxima fecha será nuevamente usando la Ruta 68, esta vez para visitar a Santiago Wanderers en Valparaíso, que gusta de jugarle a la UC en su cancha y con el viento de Playa Ancha. Espero que el proceso de venta de las entradas, que ya comenzó desde el viernes pasado, sea más amigable para los hinchas de la UC que el vivido este fin de semana, pese a ser la misma empresa para ambos espectáculos.