Por: Milo Parker (@UCParker)
Una linda jornada de fútbol se vivió en el Estadio Fiscal de Talca. El marco de público -unos 4.500 espectadores- le vino bien al primer partido de la nueva temporada del fútbol chileno.
Todo hacía presagiar un partido “reguleque”, tanto en lo táctico como en lo técnico, pero sorpresivamente empezó muy dinámico y entretenido.
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A los cuatro minutos de juego vino el único gol del partido. Tiro de esquina a favor de U. Católica -desde la derecha, al primer palo- que supo ganar muy bien
Germán Lanaro
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-de cabeza, a media altura-, adelantándose a su marca con mucho veneno y hambre de gol. Cabe mencionar que el balón, antes de cruzar la línea de gol, rebotó -polémicamente- en la mano de Diego Vallejos, descolocando completamente al arquero rangerino. Posterior al gol, el partido se fue diluyendo en intensidad. U. Católica empezó a sostener el marcador a través de la posesión. La diferencia era mínima y el rival iba, no se rendía. El paraguayo Milton Benítez fue el principal agente ofensivo del equipo local. Todo lo que generó Rangers pasó por él, y todos sus lanzamientos libres fueron ejecutados con una buena dosis de
“malicia”.
Al cierre del primer tiempo, el partido ya había perdido el brillo que se pudo ver al comienzo.
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A ratos, la vestimenta de ambos equipos, más lo “raspado” del juego, hacía parecer que se trataba de un partido de rugby.
El trámite no cambió mucho el segundo tiempo, el partido se jugó principalmente en la zona media del campo, donde el debutante
Luciano Aued se transformó en nuestra principal arma de quite.
Fue el que más balones quitó y la transmisión oficial -con el apoyo de los hinchas- lo escogió como el mejor jugador del partido. El estilo de juego de
Luciano Aued me recordó en algunos aspectos a Don Jorge Ormeño Guerra.
El argentino es un volante de quite a la antigua, de los duros, de esos que construyen su oficina en el círculo central a pura pierna fuerte
. Ojo que es zurdo y dice tener “una buena salida”.
Quizás no pise tanto el área rival como lo hacía Enzo Kalinski, pero con lo poco que ha jugado,
ya se pudo ver a César Fuentes más suelto de lo normal, con menos “carga defensiva”.
Y si es por envergadura física, Aued supone ser un buen aporte en el juego aéreo del equipo. El otro debutante en U. Católica fue
Diego Vallejos.
Tuvo un par de oportunidades para marcar, vivió su momento de gracia en el gol, y
brindó un buen aporte desde el aspecto físico.
Por supuesto que aún es muy temprano para dar una opinión bien fundamentada sobre los refuerzos, pero de momento podemos decir que
Diego Vallejos hizo un debut correcto, y que a Luciano Aued sólo le faltó hacer un gol para firmar un “debut soñado”.
Redondeando, era importante empezar ganando, y más en condición de visitante, que nos venía costando últimamente. Me permito destacar al cierre -y a tono con el título de esta columna- el debut profesional del joven piducano Bastián Martínez, que con tiernos quince años y once meses tuvo su mano a mano de gol con Franco Costanzo, curiosamente nuestro jugador más experimentado. Y bueno, el fútbol resolvió que el joven debutante tendrá que seguir esforzándose para generar nuevas oportunidades. Costanzo, por su parte, terminó firmando un partidazo.
Pendiente quedó ver la fina manija del enano, y el gol del 9.
Vamos que esto recién empieza
. Trabajo, trabajo, trabajo. Somos Católica.
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