Por: Milo Parker (@UCParker)

Así es el fútbol, a veces se gana y a veces se pierde, pero ayer, además de Colo-Colo, ganó el fútbol. Fue un fiestón. Coliseo principal, dos clubes grandes definiendo al campeón de campeones. El cartel y el marco suponían una gala diurna de primer nivel nacional. Y así empezó. El primer tiempo fue súper bueno. A combo limpio. A los 5´ el siete de los negros empezó a tirar “aeroparedes” a las espaldas de Juan Carlos Espinoza -dirección cocina- que justamente terminó en un centro de la muerte al delantero. Menos mal lo erró. Ese combo era de camarín, como mínimo nos sacaba un diente táctico. Un minuto se demoró “Jey-C” Espinoza en compensar la línea de fondo cedida en la jugada anterior, ganando la de al frente y sirviendo un centro en velocidad, a la pinta de Santiago Silva. Perdonamos de vuelta. Y así nos fuimos, combos iban, combos venían. El toqui Paredes nos sacó pintura del travesaño, el Enano hizo lo propio con un vertical, y el chapa con el otro vertical. Se sentía el aroma de gol, de cualquiera. Aunque Católica llegaba más. Hasta que de un córner, servido magistralmente por el Chapa (borde interno, al primer palo, estilo Pirlo), nuestra torre Benjamín Kuscevic llegó más alto que todos y clavó un cabezazo “triple A” (abajo, abierto, ajustado). Nada que hacer el portero indio. Y a tono con el ritmo de la superfinal, un minuto se demoró Esteban Paredes en cobrar de vuelta. Golón, espectacular. Una chilena a lo Luis Suárez, ajustada, a contra pie de Toselli. Como para aplaudirlo de pie. Después de ese “combo-breaker”, fuimos a la mitad y a la primera jugada “Jey-C” vuelve a ganar línea de fondo, vuelve a servir otro pedazo de centro en velocidad (girando en el aire y golpeando de empeine) -estilo Premier League- nuevamente a la pinta del Tanque y volvimos a perdonar. Luciano Aued repasó el mismo vertical del Enano, y así terminó un entretenido primer tiempo, donde Católica llegó más, pero el marcador ponía empate 1-1. Ya en el segundo tiempo, a los 10´, apareció Jorge Valdivia. Haciendo una simple diagonal, pero brutalmente efectiva en tiempo y espacio. Así, tan simple, tan desequilibrante. Gol de Colo-Colo. Y mientras todavía veíamos estrellas por el golpe del segundo gol, Aued fue a bloquear un disparo sin amarrarse de manos y penal. Pájaro convitrtió y listo. Colo-Colo abrochó la fiesta. El cuarto gol estuvo de más, regalamos la línea de fondo y nos comimos un verdadero Joga Bonito. Si bien fue un tiempo para cada uno, Colo-colo sacó notorias diferencias cuando le tocó hacerlo, de la mano y jerarquía de sus tres “tatitas”. Enhorabuena al súper campeón. Gran rival a vencer en el Transición. A seguir trabajando/alentando, cruzados Esto recién comienza. Somos Católica.

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