El APV es una forma de ahorro adicional y voluntario que los trabajadores pueden realizar para complementar su ahorro obligatorio en la cuenta de capitalización individual gestionada por una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP).
Este aporte tiene como objetivo principal aumentar el monto de la pensión o compensar períodos no cotizados, permitiendo a los empleados tener un respaldo adicional para su jubilación.
El mecanismo permite a los individuos realizar aportes de manera flexible, ya sea de forma mensual o en aportes únicos. El hecho de que sea sin un monto mínimo establecido proporciona versatilidad a los beneficiados al decidir cuánto desean ahorrar. Además, la posibilidad de realizar descuentos directos desde el sueldo facilita el proceso de ahorro.
¿Qué beneficio otorga cada régimen?
Te explicamos cuáles son los principales beneficios de cada opción:
- Régimen A: El Estado bonifica un 15% de todo lo ahorrado el año anterior. Este monto va directamente a la cuenta de capitalización. Este beneficio tiene un tope anual de 6 UTM ($383.760).
- Régimen B: Esta opción permite una reducción en el pago de impuestos en el año siguiente, con un límite de 600 UF ($21.917.898). Esta reducción se realiza mediante la rebaja de este ahorro voluntario de la renta imponible.
¿Qué requisitos se piden para el beneficio?
Si buscas optar a estos beneficios, el único requisito que se debe cumplir es efectuar nuevos ahorros en la cuenta de APV durante el año.
Es muy importante recordar que, si se realiza algún giro desde la cuenta APV antes de la jubilación, los beneficios tributarios recibidos tendrán que ser devueltos. Ten presente que puedes sacar parte o la totalidad de tus ahorros incluso antes de tu jubilación.
¿Cómo acceder a una cuenta APV?
Este instrumento de ahorro de carácter voluntario se puede contratar en una AFP, una compañía de seguros de vida, un banco, una administradora de fondos mutuos, una administradora de fondos de inversión, una administradora de fondos para la vivienda, una administradora general de fondos e intermediarios de valores, cuyos planes hayan sido aprobados por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Este instrumento contempla beneficios tributarios.
