A pesar de que parezca contradictorio, la llegada de la primavera con las altas temperaturas que promete, puede ser un desafío para nuestras plantas de interior.
El calor intenso puede causar problemas en su crecimiento y floración, secando sus tallos, hojas y raíces e incluso poniendo en riesgo su supervivencia.
Además, las altas temperaturas favorecen la proliferación de insectos y plagas que pueden afectar a tus plantas.
Para proteger tus plantas de los rigores del calor, te ofrecemos algunas alternativas relacionadas con el riego, la nutrición y el trasplante.
Al seguir estos consejos, podrás mantenerlas a salvo de los insectos y garantizar que aprovechen al máximo los beneficios de la temporada.
Cada planta requiere cuidados específicos según sus características, como si prefieren la sombra o el sol, si son plantas del desierto o de ambientes húmedos, pero no te preocupes, los consejos que te presentamos son aplicables de manera universal a la mayoría de las plantas que desees proteger del calor.
1) Riego y Poda
Con la mayor presencia de la luz solar, tus plantas necesitarán más agua, pero esto no significa que debas ahogarlas.
Para determinar cuándo regar, simplemente inserta un palo en la tierra y si sale húmedo, la planta está correctamente hidratada; si está seco, es hora de regar.
Asegúrate de mantener los tallos y flores adecuadamente hidratados, revisando cada uno o dos días para evitar la sed.
Si notas que las hojas cambian su color verde a amarillo o café, esto indica que están recibiendo demasiada luz.
En primer lugar, muévelas a un lugar más sombreado. Si eso no es suficiente y tus plantas dejan de crecer, puedes retirar las hojas enfermas con cuidado, sin dañar el tallo.
2) Trasplante y Abono
La primavera es el momento ideal para trasplantar tus plantas a nuevas macetas.
Para saber si están listas, observa si todos los brotes están abiertos o en proceso de floración. Cuando sea así, es el momento adecuado para darles un nuevo hogar.
Después de trasplantar, permite que se adapten a su nuevo espacio sin aplicar abono durante al menos 8 días. Deja que se alimenten solo de la tierra durante este período y luego agrega una parte de abono por cada tres partes de tierra.
3) Plagas
Para asegurarte de que tus plantas crezcan de manera saludable, es fundamental inspeccionarlas con regularidad.
Si encuentras capullos o insectos, aísla la planta afectada lejos de las demás para evitar la propagación. Con guantes, retira cuidadosamente los insectos molestos y aplica un insecticida natural para controlar la plaga.
Finalmente, te recomendamos que permitas que tus plantas de interior se adapten gradualmente a la luz solar.
Colócalas en un lugar donde reciban luz directa durante una hora, luego vuelve a ponerlas en un lugar con luz indirecta.
Aumenta gradualmente el tiempo de exposición al sol, aumentando en dos horas cada día hasta alcanzar cuatro horas, antes de regresarlas a su ubicación habitual en tu hogar.