Boquiabiertos quedaron los científicos de la NASA con uno de los últimos descubrimientos del telescopio James Webb, el que reveló la existencia de un planeta en el que, en lugar de llover agua, cae arena del cielo.
Este fenómeno es causado gracias a su atmósfera, y significa un giro total a los paradigmas convencionales respecto a como se forman los exoplanetas en el Espacio Exterior.
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Telescopio de la NASA descubre planeta donde llueve arena
Como YSES-1 C fue identificado el planeta de la Vía Láctea donde llueve arena en lugar de agua. Este está ubicado dentro de la constelación Musca, a más de 300 años luz de la Tierra, y que fue descubierto durante un análisis en profundidad al sistema planetario YSES-1.

Este fenómeno, explicaron los expertos, ocurre porque sus nubes están compuestas por sílice, el principal componente de la arena terrestre, el que pasa por un proceso de sublimación para pasar de sólido a gaseoso y después por uno de condensación, que causa que en lugar de llover agua caigan precipitaciones en forma de microscópicos cuerpos sólidos hechos de este componente, los que quedan suspendidos en la densa y abrasadora atmósfera del exoplaneta.
El impactante descubrimiento del James Webb de la NASA significa un cambio total a todo lo que se conocido hasta ahora sobre los ciclos meteorológicos tanto en la Tierra como en el resto del Universo y todo lo que este esconde.