Eutanasia: ¿Quién es Martha Sepúlveda y por qué su caso ha dado la vuelta al mundo?

Hoy domingo 10 de octubre debió ser el último día de vida para Martha Sepúlveda, una mujer que solicitó la eutanasia al Instituto Colombiano del Dolor (Incodol) luego de no desear seguir con su vida tras el dolor y empeoramiento de la enfermedad que padece. Si bien en un comienzo el permiso fue concedido, el día sábado 9 de octubre el instituto decidió cancelar el procedimiento. 

¿Quién es Martha Sepúlveda?

Martha Sepúlveda es una mujer de 51 años que fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que no tiene cura, pero que genera mucho dolor y deterioro físico.

Luego de ser diagnosticada, la enfermedad empezó a empeorar al paso del tiempo, según comenta su hijo Federico Redondo Sepúlveda a BBC Mundo. El hombre comenta que su madre empezó a perder fuerza en las piernas, a requerir apoyo para caminar a distancias cortas y luego ya necesitaba apoyo para caminar por completo.

A inicios de este año, la enfermedad se agravó aún más, provocando que la mujer necesitara apoyo para ir al baño, para bañarse e incluso para vestirse. En muchas ocasiones debió solicitar ayuda para cepillarse los dientes o comer, dado que las manos empezaron a perder fuerza.

Esto generó que Martha Sepúlveda se sintiera desesperada por no poder realizar sola las actividades cotidianas de la vida diaria, por lo que por primera vez le comentó a su hijo su deseo: "Sería tan bueno que yo pudiera solicitar la eutanasia".

Al comienzo su hijo se negó a ayudarla y se mantuvo así durante un tiempo, hasta que un día señala que entendió que su madre estaba sufriendo, viviendo en condiciones precarias e indignas, por lo que decidió apoyarla. "Creo que demuestro más mi amor si la apoyo en esta decisión que ella tomó".

De este modo, tomaron la decisión de solicitar la eutanasia, considerando que las condiciones de vida de la mujer ya no eran optimas ni dignas.

Eutanasia en Colombia 

En Colombia la eutanasia se convirtió en ley en el año 2015, desde entonces solo se han realizado al rededor de 157 procedimientos, los cuales solo podían llevarse a cabo en caso de que fuera una enfermedad terminal.

Sin embargo, el pasado mes de julio la Corte Constitucional del país extendió el cubrimiento del derecho fundamental a morir dignamente y sin sufrimiento a los pacientes no terminales, pero que padecieran de "un intenso sufrimiento físico o psíquico" por causa de una lesión o enfermedad incurable.

En tanto, días después de que se modificara la ley, Martha Sepúlveda solicitó la eutanasia y el 6 de agosto fue aprobada, quedando solo por definir la fecha. En primera instancia solicitó que fuera el 31 de octubre, pero tras calcular y decidir bien sus tiempo, la pidió para domingo 10 de octubre.

En una entrevista realizada por Noticias Caracol TV citada por Infobae, la mujer señala que "no quiero sufrir más, estoy cansada. Estoy literalmente sin fuerzas" agregando que "Dios no me quiere ver sufrir a mí y yo creo que a nadie. Ningún padre quiere ver sufrir a sus hijos".

Procedimiento cancelado 

La mujer que sería la primera colombiana que recibir la eutanasia sin padecer una enfermedad terminal, durante su última tarde decidió compartir con su familia y seres queridos, pasar sus últimas horas en paz antes de realizar el procedimiento que terminaría con su vida para siempre.

Sin embargo, el Indocol que en primera instancia había aceptado, envió una carta señalando que un segundo comité llegó a la conclusión de que no era posible aplicar la eutanasia y canceló.

El comunicado no presenta firmas ni mayores motivos de porqué el proceso fue cancelado, solo dice que el Comité Científico Interdisciplinario para el derecho a morir con dignidad "concluyó de manera unánime cancelar el procedimiento" al determinar que "no se cumple con el criterio de terminalidad como se había considerado en el primer comité" que evaluó su caso.

El hecho ha generado gran conmoción por parte de la familia así como de la mujer que esperaba terminar de sufrir y poder morir de una manera digna.