
Médicos del estado de Massachusetts, en Estados Unidos, han comentado de un caso de un paciente infectado con "Taenua Solium" o tenia del cerdo, un gusano plano parasitario que vivía en su cerebro desde hace 20 años, el hecho ocurrió mientras él vivía en Guatemala.
El contagio no le provocó ningún síntoma hasta ahora al hombre de 38 años, quien se encontraba en un buen estado de salud, no tenía problemas cardíacos, ni respiratorios, ni gastrointestinales o neurológicos y tampoco tenía antecedentes de epilepsia. Por esta razón, nadie entendió por qué una noche sufrió terribles convulsiones, las cuales lo hicieron caer de su cama y debió ser ingresado a un hospital, lugar donde se volvieron a repetir.
Los análisis toxicológicos estaban limpios, no tomaba medicamentos. El hecho de que el hombre emigró desde una zona rural de Guatemala hacia Estados Unidos hace más de 20 años, los hizo pensar que podría tratarse de algún tipo de parásito en el cerebro.
Al realizarle una tomografía, observaron tres lesiones calcificadas en su cerebro, producto de que quistes larvarios habían anidado dentro de su cabeza. Fue diagnosticado con una infección parasitaria llamada neurocisticercosis, hecho por el cual deberá tomar medicamentos anticonvulsivos durante toda su vida.
Las tenias porcinas pueden introducirse en el organismo al comer carne de cerdo cruda o mal cocinada. Comienzan atacando al tracto intestinal y allí pueden llegar a medir hasta ocho metros y sus huevos pueden encontrarse en el excremento.
La neurocisticercosis se manifiesta con dolores de cabeza, confusión, problemas de equilibrio y convulsiones y puede causar la muerte; es endémica de América Central y Asia.
Por suerte, este paciente solo permaneció hospitalizado cinco días hasta que fue dado de alta.