En los últimos días, las lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento de los ríos y la inundación en los campos de cultivo en el sur de la provincia de Columbia Británica, en Canadá. Este hecho, trajo consigo deslizamientos de tierra, los cuales bloquearon las carreteras que conectan la zona con el país.
Aproximadamente, 20 mil personas debieron abandonar sus hogares y miles de animales han perdido la vida. Por el momento, las autoridades han informado de una víctima, pero aseguran que el número crecerá. "Creemos que se confirmarán más muertes en los próximos días", informó este miércoles el primer ministro de Columbia Británica, John Horgan.
Horgan, para dimensionar el tamaño y potencia de este desastre medioambiental, lo describió como "un desastre que ocurre una vez en 500 años".
Este miércoles, el gobierno de Columbia Británica declaró el estado de emergencia. "Estableceremos restricciones de viaje y aseguraremos que el transporte de bienes esenciales y los servicios médicos y de emergencia puedan llegar a las comunidades que los necesitan", señaló Horgan.
"La provincia ha solicitado formalmente el despliegue de recursos federales, incluidas las Fuerzas Armadas, para asistir con evacuaciones, manejo de cadenas de suministro y reabastecimiento, seguridad en áreas inundadas, así como restauración de agua potable y otra asistencia logística", continuó.
Las cadenas de suministros se encuentran rotas, debido a que los pasos de carreteras y puentes se encuentran cortados. El primer ministro, Justin Trudeau, señaló que ayudarán a la provincia a recuperarse de la tragedia, la que calificó como "un desastre terrible".
El desastre natural fue causado por una tormenta histórica que trajo cantidades únicas de lluvia. En Columbia Británica, se registraron casi 200 milímetros, mientras que otros 300 inundaron Hope, una pequeña ciudad fronteriza con Estados Unidos.