La Universidad del Sur de California (USC) en los Estados Unidos acordó pagar una considerable compensación por la presunta agresión sexual hacia cientos de estudiantes por parte de un ginecólogo en el campus.
La abogada Gloria Allred anunció que la importante universidad había acordado una indemnización de 842.4 millones de dólares, con más de 700 personas afectadas. La universidad ya había prometido anteriormente 215 millones en compensación en otra demanda colectiva en 2018, tiene que pagar más de 1 billón de dólares en daños totales.
Allred explicó que el acuerdo alcanzado ahora es "el mayor acuerdo de agresión sexual con una universidad en la historia de Estados Unidos". La universidad dijo que el acuerdo era "justo y razonable".
En el corazón del escándalo está el ex ginecólogo del campus George Tindall. Se dice que pasó a cientos de pacientes en el transcurso de tres décadas. Las acusaciones van desde tocamientos indecentes hasta violación. La víctima más joven tenía 17 años.
La USC sabía de los abusos
Se dice que el médico fotografió los genitales de sus pacientes, tocó sus senos y tomó notas sugerentes sobre su apariencia. El médico de 74 años también está acusado de hacer declaraciones racistas y anti-gay. Según los informes, Tindall ha abusado estratégicamente de mujeres pertenecientes a minorías, incluidas muchas estudiantes asiáticas que no hablaban bien inglés.
La universidad está acusada de conocer las acusaciones contra el ginecólogo, pero aún le permite practicar en el campus. La USC no abrió una investigación hasta 2016. El imputado hizo un acuerdo amistoso de jubilación con la universidad. No se reveló cuánto dinero le estaban pagando por ello.
Después de que la policía abriera una investigación en 2019, Tindall fue arrestado por varios delitos contra 16 mujeres jóvenes. El paramédico se encuentra actualmente a la espera de su juicio, enfrenta hasta 53 años de prisión. El presunto agresor ha negado todas las acusaciones.
En un comunicado emitido en 2019, declaró que permanecería "extremadamente crucificado" hasta que fuera "totalmente exonerado". El presidente de la Universidad del Sur de California renunció en 2018 por el escándalo después de que unos 200 profesores exigieran que hubiera consecuencias y que el centro educativo tomará medidas.
