Esta semana se dio a conocer un impactante hecho en Miami, Florida, en Estados Unidos. Joan Burke, una mujer de 61 años, fue detenida luego de apuñalar a su marido 140 veces con un cuchillo de su propia cocina. Aún se desconoce el motivo del asesinato y si había un historial de violencia en la pareja.
Según los registros policiales, el hijo de la mujer llamó al 911 en estado de shock, comentando que había encontrado a su padrastro muerto sobre un charco de sangre. Cuando le preguntaron si alguien había entrado a la casa o si había alguien en ese momento en el lugar, el hombre guardó silencio, y después de unos segundos respondió: "Mi madre".
El techo, los muebles, las puertas de la cocina, todo estaba lleno de sangre. En el piso estaba Melvin Weller, el hombre de 62 años que fue asesinado por Burke. Junto a él se encontraban varios cuchillos, y también diferentes artículos de limpieza, que indicarían el intento por esconder lo sucedido.
Aparte de los 140 cuchillazos, Weller tenía una fractura de cráneo en el lado derecho de su cabeza, que fue realizado por un golpe con un cuchillo carnicero. Cabe destacar que Weller, desde hace tiempo, tenía dificultades para caminar y movilizar sus manos.
Cuando llegó la policía y vio la escena del crimen, se encontró con Burke en el dormitorio matrimonial. La mujer estaba despierta y consciente sobre su cama, pero tenía las manos lastimadas producto de los cortes que se habría realizado por accidente al asesinar a su esposo.
Hasta el momento, la mujer se encuentra detenida sin derecho a salir bajo fianza, pero no ha confesado el ataque. Los investigadores no están buscando a más sospechosos ya que las pruebas indicarían que efectivamente fue ella quién provocó la muerte de Weller, aunque todavía se desconoce el móvil del homicidio y si la pareja tenía un historial de violencia.