
Las autoridades del municipio de Ámsterdam pretenden establecer desde el 1 de abril la obligación de residir en la vivienda durante los primeros cuatro años posteriores a la compra a todos aquellos que adquieran una propiedad con un valor oficial de hasta 512.000 euros (cerca de $540 mil millones), como una manera de frenar la especulación inmobiliaria.
La capital holandesa lucha desde hace años contra una fuerte crisis de vivienda, que tiene disparados los precios: los nuevos arrendatarios pagan unos 1.466 euros al mes (más de 1 millón 300 mil pesos), y ya no hay prácticamente viviendas asequibles para personas de ingresos bajos o medios.
El concejal de vivienda, Jakob Wedemeijer, ha subrayado este jueves que una de cada tres casas son, en la actualidad, propiedad de inversores privados y las últimas cifras muestran que "miles de viviendas ocupadas por sus propietarios han sido retiradas del mercado y se alquilan como propiedad a precios muy caros".
Según señaló a una emisora local , el precio de una casa ocupada por su propietario se ha "más que duplicado en los últimos siete años, a un promedio de 600.000 euros" (más de $568 millones) y con la protección de compra "los compradores de primera vivienda y las personas de ingresos medios tienen más posibilidad de adquirir una casa". Se estima que la medida afectará a seis de cada diez viviendas en propiedad existentes en Ámsterdam.
Aunque el municipio todavía tiene que aprobar la medida, Wedemeijer no espera contratiempos porque ya hay respaldo suficiente. El comité de vivienda la discutirá el 9 de febrero, se votará una semana después en el concejo municipal, y entrará en vigor el 1 de abril.