A 20 años de cárcel fue condenada una mujer, luego que este jueves Laura Heath oyera la sentencia que falló el juez en su contra por la muerte de su hijo Hakeem Hussain, de siete años de edad, en Birmingham, Inglaterra.
La vida del pequeño fue descrita por el juez Dove como "un verdadero infierno", debido a que la mujer de 40 años nunca atendió las necesidades básicas del pequeño, ya que "priorizó su adicción" al crack y heroína por sobre el menor. Tanto así, que Hakeem no recibió sus inhaladores para el asma, los que Heath usó para consumir drogas, de acuerdo a lo publicado por el medio británico The Sun.
En el domicilio, Hakeem no contaba con un espacio propio y debió abandonar de manera permanente la habitación que compartía con su madre, ya que la utilizaba para ejercer la prostitución y saciar su adicción a los estupefacientes. En tanto las fotografías tomadas por la policía en el inmueble, dieron cuenta de las condiciones deplorables en las que se dio la existencia del menor.
"Se ha quedado dormido... está muerto"
Justamente fue la falta de medicamentos los que llevaron al pequeño Hakeem a la muerte. Los hechos ocurrieron en la madrugada del 26 de noviembre de 2017. El niño se encontraba aquejado por un ataque de asma -lo que era frecuente en él- y acudió a pedir ayuda a su madre.
Heth, por su parte, no respondió al llamado de auxilio de su hijo, puesto que estaba en un profundo sueño inducido tras haber consumido bolsas de heroína. Al no tener respuesta, el menor salió al antejardín de la casa en búsqueda de aire, donde finalmente se desvaneció y murió.
Fue su propia madre que casi seis horas después, encontró el cuerpo congelado de Hakeem y dio aviso a los servicios de emergencia:
"Está muerto... mi hijo. Se ha salido mientras dormimos porque tiene asma... y se ha quedado dormido... está muerto. Debe haberse despertado y salido para poder... tiene asma... se quedó dormido afuera... debe haberlo hecho... no me despertó. (...) Él es mi bebé, él es mi bebé", se escuchó en la desgarradora llamada que hizo la mujer y que fue exhibida como prueba en el juicio.
La sentencia
A lo largo del juicio llevado a cabo en contra de Heath, se recalcó la responsabilidad de la mujer en torno al abandono y posterior muerte del pequeño. "Ella sabía que él sufría de asma grave no controlada. Había un riesgo evidente de que Hakeem muriera a causa de tal ataque si ella no controlaba su asma de acuerdo con el consejo médico que recibió", sostuvo el fiscal Matthew Brook.
"En cambio, la acusada priorizó deliberadamente su adicción a la heroína y al crack e hizo caso omiso de los consejos médicos que recibió que habrían mantenido el asma de su hijo bajo control", insistió.
En mayo de 2017, un trabajador social identificó al joven como un "niño necesitado" y en los meses previos a su muerte, se hizo una referencia a los Servicios para Niños de Birmingham después de que Hakeem registrara 59 ausencias no autorizadas de la escuela.
El juez Dove, encargado de fallar la sentencia, condenó a 20 años de prisión a Heath y al momento de dar su veredicto, manifestó que la muerte de Hakeem fue el resultado de una crianza "catastrófica y deplorable".
"Está claro que en su vida trágicamente corta (Hakeem) había sido una inspiración de felicidad y afecto para las personas que lo conocían. Todo ese potencial para una vida maravillosa y satisfactoria se truncó, se extinguió cuando se derrumbó sobre sí mismo, asfixiándose, agarrando una hoja en el jardín".
"La verdad es que Hakeem murió como resultado de tu deplorable negligencia. Habías permitido que tu vida fuera superada por completo por tu adicción a la heroína y la cocaína. Su muerte fue innecesaria, trágica y resultado de tu abyecto fracaso como su madre", concluyó.