
Durante la tarde del jueves en Karmei Yosef, en el centro de Israel, unas 50 personas se encontraban celebrando una fiesta empresarial, cuando un enorme socavón se abrió en el fondo de la piscina del lugar.
El agujero arrastró a dos hombres hacia el interior de un pozo de unos 15 metros de largo. Uno de ellos logró salir por sus propios medios y con lesiones leves, mientras que el otro falleció en el lugar.
Bomberos y equipos de rescate trabajaron por cuatro horas antes de lograr rescatar el cadáver. Se trató de una maniobra delicada por tener un alto riesgo de provocar un segundo derrumbe, e incluso tuvieron que construir una estructura de apoyo para evitar otra tragedia.
En un video difundido en redes sociales se puede ver la piscina casi vacía, con un gran hoyo que succiona el agua y flotadores.
Según reportes de medios locales, un asistente a la fiesta avisó que se había abierto un pozo en el fondo de la piscina, y contó que "segundos después, el suelo se hundió y vi a dos personas desaparecer".
El fallecido tenía 30 años, y la policía informó que se abrió una investigación para esclarecer si la piscina contaba con los permisos de funcionamiento. Además, los servicios de emergencia rastrearon la zona en busca de otros derrumbes.