Al otro lado del mundo, en Eslovaquia, una inesperada situación tiene a sus agricultores con un dolor de cabeza. Decenas de cisnes se volvieron adictos a las amapolas.
Los campos de amapolas son abundantes en este país. Sin embargo, esto se convirtió en una adicción para cisnes que han quedado intoxicados por esta planta.
De hecho, estas aves están negadas a abandonar el lugar, lo que se ha convertido en un verdadero problema para habitantes de estos campos en Eslovaquia.
Pérdidas millonarias por la adicción de los cisnes en Eslovaquia
Medios internacionales como DW en Español han contado que la situación está descontrolada, con mortales consecuencias para estas aves, ya que la planta de la amapola produce opio, un poderoso narcótico.
La Ley en Eslovaquia permite que sus aves puedan hacer lo que quieran, empeorando la situación en los campos de amapolas.
Entre las consecuencias que enfrentan estas aves, destaca su imposibilidad de poder volar por la confusión y el cansancio que produce el opio. Además, muchas de ellas han muerto por sobredosis del narcótico.
Son al menos cinco hectáreas de cultivos las destruídas en cuatro meses. Eso se ha traducido en más de 10 mil euros de pérdidas para agricultores, que en pesos chilenos serían más de 8 millones y medio.
“Creemos que los animales no llegaron a este lugar por las amapolas, sino por los enormes charcos de agua que surgieron tras las lluvias. Tenían hambre y sed, y encontraron estos campos como un lugar cómodo en el que quedarse”, dijo el agricultor eslovaco Balints Pam.
Sobre la delicada situación sumó que “cada parte de la planta de la amapola, aparte de las semillas, es tóxica. Los cisnes ignoran estos y se lastiman a sí mismos”.
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