La aviación es uno de los sectores que más contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero, especialmente el dióxido de carbono (CO2). Los aviones comerciales, debido a su uso constante y larga duración de vuelos, generan una considerable huella de carbono, lo que ha llevado a la industria a buscar soluciones más ecológicas.
Con la creciente demanda de vuelos, la aerolínea Latam Airlines están buscando alternativas innovadoras para reducir el consumo de combustible y mitigar los efectos nocivos para el medio ambiente.
Innovadora tecnología inspirada en la piel de tiburón
Latam Airlines ha dado un paso importante en la lucha contra la contaminación con la implementación de AeroShark, una tecnología desarrollada por Lufthansa Technik y BASF, inspirada en las características de la piel de tiburón.
Esta tecnología se basa en la aplicación de una película compuesta por millones de pequeñas escamas que imitan la textura de la piel de estos animales, reduciendo la fricción del fuselaje del avión con el aire.
Esta innovación será instalada en cinco aviones Boeing 777 de Latam, logrando una disminución en el consumo de combustible de aproximadamente un 1%, lo que a su vez permitirá reducir en 6 mil toneladas las emisiones de CO2 por año, una vez que esté completamente operativa.