Gustavo Gatica fue entrevistado en su domicilio por la agencia de noticias EFE, donde conversó sobre su caso, el Estallido Social, el proceso constituyente y lo que espera, junto con otras víctimas, para el Presidente Sebastián Piñera por su responsabilidad en los sucesos luego del 18 de octubre de 2019.
El joven dijo estar dispuesto a seguir denunciando la brutal represión con la que las fuerzas de seguridad sofocaron las protestas contra la desigualdad, que se extendieron durante varios meses desde aquella fecha y que fueron las más graves desde el fin de la dictadura, con una treintena de muertos y miles de heridos.
La primera impresión es la de alguien apocado, tímido, pero a los pocos minutos emerge de él una fuerza insólita para su edad, más propia de un hombre con media vida a sus espaldas.
Dice que el confinamiento le ha ayudado a acostumbrarse a su nueva vida, con bastón guía, lentes oscuras y lectores de pantalla, y que su madre apenas ha tenido que retirar una pequeña mesa del comedor: "Nací en esta casa y me sé de memoria los espacios".
No siente odio hacia el agente que le cegó y tampoco se arrepiente de haber salido a marchar, pero quiere que se haga justicia y que las víctimas del Estallido no caigan en el olvido, especialmente las más de 400 que sufrieron mutilaciones oculares.
"El Gobierno nunca me llamó"
Gatica relató que tras el disparo fue llevado a una clínica privada, pero luego estuvo en la Unidad de Trauma Ocular de un hospital público en Santiago.
"La atención fue muy mala. Se nos hacía muy pesado tener que esperar horas, es una doble victimización. Esa es la poca ayuda que hemos tenido. Nunca se nos ha acercado nadie del Gobierno, de hecho tuvieron el descaro de decir que sí", comentó.
También se refirió a la detención del excarabinero Claudio Crespo, responsable de los disparos y que hoy se encuentra en prisión preventiva.
"Nos hemos acostumbrado a la lentitud de la justicia, hay que ser pacientes y confiar, pero tengo el presentimiento de que sí va a haber justicia en mi caso", declaró.
Juicio internacional y condena a Piñera
"Hay una falta de condena a nivel mundial de lo que pasó en Chile y apelamos a la presión extranjera, siento que es mucho más importante que la presión venga desde afuera que la que podemos hacer desde acá dentro. Tal vez, si se hubieran pronunciado más fuerte organismo extranjeros, las cosas no hubieran sido así", opinó Gatica.
"Mi objetivo ahora es exponer lo que pasó aquí y que se haga justicia desde afuera. Lo he hablado con muchos sobrevivientes de la revuelta y nos gustaría que hubiera un juicio internacional y que Piñera quede preso", complementó.
Proceso constituyente
Acerca de la la nueva Constitución, comentó que "no va a traer todas las respuestas, pero sin duda va a ser una ayuda. Estamos en el país más neoliberal del mundo, donde está privatizado todo, hasta el agua. Creo que se van a poder hacer cambios, aunque va a estar peleado porque se van a necesitar dos tercios para avanzar en cualquier tema".
El joven fue también consultado si el proceso constituyente se podría haber logrado sin haber pasado por tanta violencia.
"El eslogan de las marchas fue 'no fueron 30 pesos, fueron 30 años', precisamente porque en los 30 años de democracia hubo miles de marchas y no hubo cambios, al contrario, se privatizaron aún más servicios. No se consiguió nada", contestó.
Finalmente se le preguntó si se arrepentía de haber salido a marchar aquel día. "No para nada, no volvería atrás. La vida te quita y también te da y ahora puedo aportar desde otro área. Yo estaba allí por algo que considero justo y eso para mí es importante, es un valor", cerró Gustavo Gatica.
