"Como yo soy un gallo que de repente se las puede, participé, y esto lo digo por primera vez en mi vida, en el atentado en el cajón del Maipo contra el dictador", confesó el cantautor Patricio Manns, casi un año antes de su muerte ocurrida este sábado en Viña del Mar, luego de sufrir una descompensación.
La revelación de quien es considerado uno de los máximos referentes de la Nueva Canción Chilena se dio en el contexto de una entrevista que concedió al programa Mentiras Verdaderas en octubre de 2020, donde abordó varios aspectos de su vida.
Entonces, el artista contó cómo estuvo vinculado al ataque armado que planeó el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) para liquidar al dictador aquel 7 de septiembre de 1986 en la Cuesta Achupallas, donde se ejecutó la emboscada en la que Augusto Pinochet libró ileso gracias a la reacción de su grupo escolta, aunque cinco de los efectivos fueron abatidos por el poder de fuego de los autores.
Uno de los motivos que pudo tener para involucrarse en la acción fue la muerte de su hijo Iván Manns, quien fue apuñalado en Talcahuano, mientras realizaba su servicio militar y él se encontraba exiliado.
"No fue una muerte cualquiera, fue un asesinato, en ese sentido yo no perdono. Lo sentí como una puñalada directa contra mí", sentenció el creador de "Arriba en la Cordillera".
"Juntamos chalecos antibalas"
Manns contó que líderes de la agrupación que orquestó y ejecutó la operación denominada Siglo XX, "se reunieron en mi casa en Francia (…) y allí cada uno aportó algunas ideas para ver como darle el bajo a este gallo", expuso el músico, quien oficiaba en aquella época como vocero del Frente en Europa, en Estados Unidos y Canadá, donde iban sumando apoyos a la causa.
Durante ese proceso, el cantante y compositor de "Bandido", relató que "juntamos chalecos antibalas para el atentado, los pedíamos para el atentado y nos daban los chalecos, porque en Suecia, Suiza, los que están haciendo el servicio militar se llevan el arma pa' la casa y también los chalecos salvavidas y esas cosas".
Añadió que la recepción a ese pedido "era increíble. Llegaron de a veinte, treinta, cuarenta. Y había un grupo del Frente que estaba recogiéndolos y llevándolos adonde correspondía, yo paraba hasta ahí mi trabajo. Juntamos como 50 chalecos para balas".
También narró que difundió la actividad del FPMR en algunas presentaciones musicales. "Decidimos que había que utilizar el hecho que congregaba a mucha gente y entonces yo hacía un discurso de media hora, cuarenta minutos, explicando por qué lo hacíamos para la gente que no cachaba muy bien, y después de eso cantábamos""
"Error de estrategia"
Sobre el resultado del atentado que no logró su objetivo final, Patricio Manns dijo que en su opinión se debió a "un error, yo creo, que de táctica, de estrategia. Se hizo lo contrario a lo que habíamos planeado en Suiza, lo que hicieron fue completamente distinto, y eso llevó al fracaso porque no estábamos preparados para ese tipo de trabajo".
Como resultado de esa acción contra Pinochet, algunos frentistas fueron capturados y condenados a prisión, aunque varios escaparon de la Cárcel Pública por un túnel en 1990, mientras que otros fueron indultados.
Sólo Mauricio Hernández Norambuena, alias el Comandante Ramiro, cumple condena en Chile tras ser extraditado de Brasil, pero su pena es por su participación en el asesinato del senador Jaime Guzmán perpetrado el 1 de abril de 1991.
En tanto, otros jefes del FPMR, Raúl Pellegrin Friedmann y Cecilia Magni, alias la comandante Tamara, fueron abatidos tras el asalto al retén de Los Queñes de 1988, mientras que el jefe operativo de la Operación Siglo XX, José Joaquín Valenzuela, fue ejecutado en la llamada Operación Albania, según estableció la investigación judicial.
Manns estuvo internado en un recinto asistencial el año 2020 debido a la diabetes que padecía, situación que coincidió con la hospitalización y muerte de su pareja Alejandra Lastra a causa del Covid-19.
