
Un médico chileno acusado de "homicidio imprudente" por su responsabilidad en la muerte de una mujer que se sometió a una lipoescultura en España, reconoció que no tiene el título de cirujano plástico.
El supuesto profesional, identificado como Javier Masso, debió comparecer en los juzgados españoles después de una orden de detención en su contra por el delito de homicidio de Sara Gómez, fallecida el pasado 1 de enero, tras un mes de secuelas de las que no se pudo recuperar.
La acusación particular de parte de la justicia española pidió como medidas cautelares que el juzgado retire el pasaporte y suspenda cautelarmente el permiso para el ejercicio de la medicina. La jueza a cargo se pronunciará una vez que haya tomado declaración a Masso, y revisados los informes definitivos sobre la autopsia.

La muerte de Sara Gómez ocurrida el pasado 1 de enero, tras un mes de tratamiento infructuoso de las secuelas que presuntamente habría causado la intervención, llevó a la familia a considerar que se trata de «un homicidio; ni más ni menos»
El caso levantó una expectación mediática que supuso que ante el juzgado se concentraran equipos de televisión de tres cadenas en España, realizando conexiones en directo con los familiares, para sus programas matinales.
Según el padre de Sara, este hombre tenía un modus operandi: contactaba a mujeres por la aplicación de citas Tinder y tras hacerse amigos de estas, las convencía de realizarse retoques.
"La tuvieron cuatro horas ahí, no sabemos haciendo qué, perdiendo sangre, y llega aquí con un shock hipovolémico prácticamente muerta", indicó Ezequiel Nicolás, vocero de la familia.