Los cuidadores de personas en situación de discapacidad severa en Chile enfrentan, desde hace años, un complejo panorama económico. De acuerdo al Instituto Milenio para la Investigación del Cuidado, en su mayoría, quienes ejercen esta labor de manera informal son familiares, principalmente hijas, hijos y madres, en donde tan solo el 3% confirma recibir un ingreso por esto.
Por lo anterior, y con el fin de mejorar la situación de miles de personas, el gobierno de Chile implementó el Programa de pago de cuidadores de personas con discapacidad, conocido también como el Bono Cuidadora, un aporte económico que entrega $32.991 mensuales de forma automática a todos quienes cumplan con los requisitos que exige.
¿Quiénes pueden recibir el Bono Cuidadora?
Este beneficio, que no es imponible y es compatible con otros aportes estatales, está dirigido a personas que ejerzan labores de cuidado que cumplan con los siguientes requisitos:
- Estar debidamente inscritas en el Programa de Atención Domiciliaria a Personas con Dependencia Severa del Ministerio de Salud, por medio del establecimiento de salud correspondiente a su domicilio, ya sea CESFAM, CECOF, posta rural u otros.
- Ser una persona cuidadora que no recibe una remuneración por la labor.
- No estar institucionalizado en un recinto de larga estadía para adultos mayores u otros establecimientos similares.
¿Qué implica este beneficio?
Este apoyo financiero es entregado por el Instituto de Previsión Social (IPS), entidad que realiza su pago todos los meses mediante una transferencia bancaria a la cuenta de la persona beneficiaria. Cabe destacar que su pago se extenderá en el tiempo, siempre y cuando se sigan cumpliendo los requisitos.
Para acceder al Bono Cuidadora no se requiere de una postulación, sino que quienes cumplan con las condiciones antes descritas y sean inscritos al programa por el equipo médico de su centro de atención primaria podrán recibirlo.
