
El 22 de julio de 2007, la selección juvenil entrenada por José Sulantay derrotó por la cuenta mínima a Austria y consiguió el tercer lugar en el Mundial Sub 20 de Canadá.
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"Esta fecha siempre estará en el recuerdo para todos los que jugamos ese día", reconoció en diálogo con En Cancha Nicolás Larrondo, titular en la defensa en ese partido y una de las figuras del plantel dirigido por José Sulantay.
¿Qué es lo primero que recuerdas de ese día?
Que cuando Hans (Martínez) hace el único gol, al principio le iba a pegar yo a la pelota y me la quitó. Quedó en la historia y pude haber sido yo, jaja. Pero la verdad es que en ese partido todavía estábamos bien afectados por haber perdido la semifinal, porque de verdad creíamos que podíamos ser campeones. Argentina era un gran equipo, pero no eran invencibles, para nada.
Imagino que fueron 3 días bastante largos. ¿Cómo pudieron sacarse la rabia?
Estuvimos conversando en el hotel, tratando de pensar en otras cosas, de distender el ambiente. Igual salimos con todo contra Austria, había que ganar, obvio, pero seguíamos desilusionados. ¿Jugar por el tercer y cuarto lugar? Parecía un premio de consuelo, porque podríamos haber estado preparando la final del día siguiente.
Pero no seas tan autocrítico. Sigue siendo un resultado histórico para el fútbol chileno.
Claro, si es el mejor resultado a nivel mundial en un campeonato juvenil junto con los de Japón (la Sub 17 de 1993). Y por eso te digo. Siento orgullo, se te infla el pecho de que todos los años en estea época se recuerde todo esto, pero en el fondo me gustaría que en un tiempo más pudiéramos recordar a un grupo por ser campeón. Me gustaría que Chile fuera un país que no celebre más los terceros lugares. Ojalá algún día podamos ser campeones mundiales.
"Es un orgullo ver brillar a mis ex compañeros"
A los 32 años, Larrondo ya dio vuelta a la página de una carrera como futbolista que no llegó tan arriba como se pensaba ese 2007. Estuvo un par de años sin consolidarse como titular en su club de nacimiento, Universidad de Chile, y aunque tiene una medalla como campeón del Apertura 2009, una grave lesión en la rodilla ese año, no sólo marcó el final de su etapa como jugador azul, sino que comenzó el lento proceso hacia un retiro prematuro.
Tras breves pasos por Huachipato, O'Higgins, Rangers, el Arles-Avignon francés, Coquimbo y La Serena, finalmente colgó los botines en 2015. Tenía apenas 28 años.
¿Queda la espina clavada de ver todo lo que han logrado Alexis, Medel y Vidal?
Personalmente, sí. Si era el objetivo que tenía como jugador profesional. Al final son todos supuestos, claro. Me dicen: 'oye, tu podrías estar ahí también'. Pero pasó que me lesioné y mi carrera se trancó. Entonces sí, es una espinita personal, pero al mismo tiempo es un orgullo ver que quienes fueron mis compañeros siguen brillando. Un orgullo para mí y para el país.
Al final, siguen siendo la última gran generación del fútbol chileno.
Tal cual. Antes, a la edad que tienen ellos ahora, casi se les daba por retirados a los jugadores de fútbol, pero esperemos que tengamos, por lo menos, unos 5 años más para poder disfrutarlos. Eso, además de todo lo que ya han conseguido.
¿Mantienen contacto entre ustedes?
Con el que más hablo es con (Jaime) Grondona, que era mi compañero de pieza en ese Mundial. Con los demás, sólo de repente. El otro día, hablé con el Nico Medina, pero no hablamos tan seguido.
¿Nunca quisieron formar un grupo de WhatsApp o algo así? Todavía vemos como los seleccionados del 62 se siguen juntando entre ellos.
Tal vez cuando ya estemos todos retirados empecemos a juntarnos más y a organizar cosas. Si al final dicen que cuando te pones más viejo te vas poniendo más nostálgico, jaja.