Con 36 años, Michael Ríos inicia una nueva aventura en el fútbol. Esta semana fichó por San Antonio Unido, club del cual es dueño su amigo Esteban Paredes.
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El ex volante de Colo Colo tiene una larga relación con su ahora jefe, a quien apoya por el conflicto que le ha tocado vivir en las últimas semanas con Blanco y Negro, estando del otro lado de la vereda, como jugador. El flamante refuerzo del SAU destaca la calidad de persona que es el delantero y cuenta los ambiciosos planes que tiene para su actual equipo.
¿Contento con la llegada a San Antonio Unido?
Sí, feliz. Se está haciendo un buen proyecto, hay un grupo bueno y esperemos que andemos bien en la cancha, eso es lo que todos queremos, para tratar de conseguir lo que el presidente, el técnico y los jugadores nos hemos propuesto, que es ascender a la Primera B. Sería un logro importante para el equipo y para la ciudad.
¿Tu llegada se da por Esteban Paredes?
Bueno, yo a principios de este año estuve en Cauquenes, después pasó todo esto del coronavirus y me tuve que venir a Santiago. Hablé con mi señora, tuvimos un par de conversaciones por el tema del hospital del niño (N. de la R.: Padece microcefalia), porque estábamos alejados allá en Quillón, lo más cercano era Chillán y Concepción. Todo eso ayudó para que tomáramos la decisión de no seguir allá y obviamente Esteban me ofreció la opción de San Antonio. Me explicó el proyecto que tenían y le dije que sí, porque me gustó y porque estaba más cerca de mi familia.
¿Qué te dijo del proyecto?
La ambición es grande, llegar al profesionalismo. Sería ideal poder conseguir el ascenso este año y si no se da, ir a buscarlo el otro, pero sí en el menor tiempo posible estar en la “B” y, por qué no, en la Primera División.
Han hecho buenas migas con Paredes…
Sí, desde antes de Colo Colo, incluso. Nos conocemos desde Santiago Morning, desde hace muchos años, y siempre hemos sido buenos amigos, tenemos una linda relación.
Ahora va a ser el jefe…
Sí, pero siempre ha existido un respeto hacia él por ser mayor. Él es una muy buena persona y lo ha demostrado siempre, y por más que ahora sea el dueño del club, se le respeta como amigo y como jugador más grande.
¿Qué te parece lo que le ha tocado vivir con el conflicto de Colo Colo?
Él es el capitán, la voz que eligen sus compañeros para representarlos ante los dirigentes. Hay temas muy delicados, como el que le ha tocado pasar en estas últimas semanas, pero él es grande, sabe cómo llevar las conversaciones. Hay gente que lo culpa a él por no querer aceptar algunas condiciones, pero tienen que saber que detrás hay 25 que a lo mejor no están de acuerdo. Siempre lo van a atacar más a él, pero el fútbol es así.
¿Cómo fue para ti como capitán? ¿Cumple bien el rol?
Sí, perfectamente. Es un capitán que ayuda a todos, que no deja a nadie al azar, ni a los utileros. Ésos son difíciles de encontrar. Por eso te digo, él es grande, sabe cómo manejar este tipo de temas y asumir cuando se equivoca, así que no tengo ninguna duda de que va a salir bien parado.
Con 36 años, ¿el SAU será tu último club?
No lo sé, estoy yendo paso a paso, partido a partido, como se dice en el fútbol. Veré lo que pasa a fin de año, cómo termina el torneo, cómo me siento y también la opinión de la familia, que es lo más importante.