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Entrevista | Emiliano Amor: "Estoy muy cerca de renovar con Colo Colo, le tengo fe al equipo para Copa Libertadores"

El defensa albo reconoce que fue la decisión acertada dejar Velez Sarsfield para llegar al Monumental. Y aunque sabe que el triunfo sobre la UC fue importante, llama a no confiarse: "Si no le ganamos a Audax, no servirá de nada".

Emiliano Amor tiene 26 años, pero se lo escucha maduro, producto de haber encontrado quizás su lugar en el mundo: dentro de la cancha, muestra mucha seguridad. Afuera, transmite mucha tranquilidad. Después de la gran victoria de Colo Colo ante la Católica, que amplió la diferencia a 5 puntos con su perseguidor, atiende gentilmente a En Cancha.

La entrevista pasará por sus inicios en el baby fútbol, su familia, la importancia del triunfo del domingo sobre la UC, el acierto de haber llegado al “Cacique”, la chance de ser campeón y la revelación de que “está muy avanzada su continuidad” en la institución para los próximos tres años.

Contame cómo era el Emiliano Amor pibe. 

Yo vivía con mis viejos Marcela y Gustavo y mis hermanos Diego y Nicolás. A los 5 años, ya jugaba al baby fútbol y a partir de los 10 comencé a jugar también en inferiores de Vélez. Mi papá era operario y mi vieja, recepcionista en un shopping. La verdad, que ellos dos siempre se esforzaron para que no nos falte nada. Tanto ellos, como mi esposa y mi beba, son un pilar fundamental para mí.

¿Cuán cerca están de ser campeones después de la victoria ante el escolta?

Fue un paso muy importante, un golpe para ser campeones porque le ganamos al que nos perseguía. Pero no hay que relajarnos porque si a Audax no le ganamos, esto no sirve de nada. Hay que seguir siendo solidarios entre nosotros y conservar la humildad. Eso es lo principal de este equipo: los cuatro atacantes son los primeros en defender. Más allá de que algunas cosas de lo que planteamos no se dieron con Católica, creo que en la segunda etapa los arrinconamos y merecimos ganar.

Me sorprendió para bien al final el gesto al final del partido de Iván Morales tirando al piso de manera efusiva al profe Quinteros y luego tú, casi como un padre, ayudándolo a levantarse. ¿Qué interpretas de esas imágenes?

No es normal que en todos los planteles haya este buen ambiente. Gustavo es un tipo muy simple, toma la distancia lógica del jugador, pero está siempre presente. Además, se encuentra muy bien rodeado por su cuerpo técnico. Yo creo que Iván hizo eso porque el entrenador siempre lo bancó, sobre todo en la mala, y él así se lo agradeció. Y a mí me surgió, de la alegría, ayudar a levantarlo y abrazarlo. Quinteros confió en mí para que venga, junto con (Daniel) Morón estuvo pendiente de todo e hizo mucha fuerza para que llegue.

Hablando de esfuerzo. Vos hiciste mucho para salir de Vélez y llegar a Chile. ¿Hoy estás viendo el rédito?

Valió mucho la pena lo que hice. La verdad, este club es más de lo que esperaba. Estoy feliz de poder haberme asentado y ganarme un lugar en una institución tan importante.

Para ustedes como plantel, ¿cuánto ayuda saber que Quinteros ya renovó?

Varios tenemos que definir nuestra continuidad y eso es un aspecto importante. El hecho de saber que el proyecto va a seguir. Que nuestra cabeza de grupo continúe es importante. Creo que para lo que viene, eso es primordial.

“Está todo muy avanzado”

Hace poco estuvo en Chile tu representante, Tomás Budelli, y por la información que manejamos es un hecho que el club te va a comprar el pase y hacerte contrato hasta 2024. ¿Qué puedes contar?

Está todo muy avanzado, digamos que estamos esperando la llegada de un papel. Mi familia está súper bien acá, que el cuerpo técnico siga también ayuda. Y el hecho de que se quiera ir por más y no sólo se aspire al torneo internacional, seduce.

Los equipos chilenos hace mucho que no son protagonistas en las copas. ¿Qué sería hacer una buena Libertadores?

Primero que nada, entrar directo a la fase de grupos como nos planteamos. Y con respecto al torneo en sí, no negociar la idea que tenemos siempre, seguir jugando de manera: intentando buscar en ofensiva y ser agresivos. Es obvio que los brasileños y algunos argentinos pueden estar por encima nuestro. Pero le tengo mucha fe al equipo porque es una mezcla justa de jóvenes de la cantera y jugadores experimentados con muchos partidos encima.

Vos sos una persona de hablar mucho afuera de la cancha. ¿Qué conversas con los más jóvenes? 

Trato de decirles que deben cuidarse y ser lo más profesionales que se pueda. Y también que jueguen y se atrevan a romper el molde para demostrar que no son los pibes de la cantera, que pueden hacer muchas cosas más allá de contar con pocos partidos. Y que se esfuercen al máximo, que nosotros los vamos a bancar y darles confianza. Ellos tienen que prender su mecha, que el equipo los va a respaldar.

¿Qué fue lo que más te sorprendió del club?

La gente es impresionante, donde vayas te dan el apoyo. Y eso lo sentimos mucho. Fue muy emocionante, por ejemplo, lo que pasó el domingo: hace mucho que no teníamos un triunfo así con nuestra gente, al último minuto, yendo a buscarlo todo el segundo tiempo y siendo protagonistas metiendo a la Católica en un arco.

En cada concentración, se ven fotos en sus cuentas de Instagram de la llamada “Banda del Mate”. ¿Podés contar qué es eso?

Las mesas son para seis o siete jugadores. Y un día yo tenía el mate y se quedaron conmigo Matías Zaldivia y Opazo charlando. Óscar no tomaba pero se terminó quedando. Luego se fueron sumando (Javier) Parraguez que le gustaba el mate, Iván Morales y César (Fuentes), que acompaña pero no toma. También están Gaby Suazo y Costa, que al haber nacido en Uruguay toma a full.

Sin darse cuenta, quizás eso termina siendo importante para un grupo…

Es clave: no vamos a ser todos amigos pero tenemos un buen trato. Ahí charlamos de fútbol, pero también de la vida. Es ser más que un compañero, prestarle una oreja al compañero que puede tener un problema. Y algo que creo que afianzó la relación fue cuando hace un par de meses cumplía años mi esposa y entre todas las familias no se conocían. Ahí le tiré la idea de hacer un cumple de disfraces y ella, que junto a mi hija son un pilar fundamental para mí, le gustó la idea. Eso terminó ayudando un montón al grupo porque entre las mujeres también se creó una relación. Esa relación fuera de la cancha genera una afinidad que, si critican a un compañero, vos sentís que están yendo contra un amigo y te surge defenderlo.

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