Goleador de la Primera B apunta a un importante equipo de provincia para dar el salto a Primera División

La Primera B tiene a un gran y joven goleador liderando la tabla de los máximos anotadores esta temporada, ya que el argentino Manuel López, de 25 años, lleva 14 tantos cuando restan tres partidos para que culmine la fase regular del torneo, donde junto a Deportes Copiapó están peleando partido a partido con Coquimbo Unido el primer lugar que da un cupo de ascenso directo a Primera División.

En entrevista con En Cancha, el trasandino habló de su gran presente en el "León de Atacama", equipo que ha sido la gran sorpresa esta temporada en la categoría de plata del fútbol chileno.

Y lo más llamativo es que López solo ha disputado 15 partidos, ya que llegó a mitad de año a la Tercera Región luego de no poder actuar en Lautaro de Buin, equipo que fue sancionado y debió seguir compitiendo en Segunda División, quedando el atacante proveniente de Rangers inhabilitado para dicho torneo. Pero hoy vive un momento dulce y se proyecta para dar el gran salto a la serie de honor en el balompié nacional.

¿Cómo se ha sentido en Deportes Copiapó y cómo están las pretensiones del equipo para seguir peleando por el ascenso?

Depende de nosotros, estamos a un partido, a tres puntos. Me incorporaron muy rápido, de la mejor manera y el objetivo del grupo siempre fue al acenso. Desde que llegué, que fue a mitad de año, siempre me transmitieron que el objetivo principal de principio de año era el ascenso. Después se fueron dando los resultados, nos fuimos acomodando en la tabla y sí, estamos para pelear arriba.

¿Encontró su lugar en Copiapó?

Me encontré primero con un club lindo, cómodo, sobre todo el plantel. Se armó un grupo muy lindo, muy unido, que fue de las cosas que me hizo venir para acá. Tenía conocidos de mi paso en Rangers, como Fabián Núñez y Nelson Rebolledo. Hoy estando adentro te digo que sí, estoy muy contento y me preparé para esto.

¿Por qué no pudo quedarse en Lautaro de Buin?

Como el club no pudo competir en Primera B y tuvo que competir en Segunda División, hay un reglamento que no se puede tener un extranjero mayor de 25 años e inmediatamente mi contrato quedó como inválido.

Me imagino que fue muy duro ese momento...

Fue duro, obviamente hasta ahora el momento más duro de mi carrera. Uno que se dedica a esto, a entrenar todas las semanas, que llegue el fin de semana y no jugar y ver que todos juegan... Pero a mí me sirvió para empezar a valorar lo que es entrenar, lo que es jugar, empezar a valorar todo, preparado para el momento que me tocara jugar y me tocó llegar a jugar a Copiapó. Rápidamente estar dentro de la cancha y aportar lo mío, que es para anotar goles, para lo que me contrataron.

¿Y de ahí tuvo que esperar que se abriera el mercado de invierno para salir de Lautaro?

Al tener el problema que tuvimos en Lautaro, el Sifup logró que se abriera un mercado express para nosotros y al club que fuéramos poder jugar al momento que nos contrataran. Empezamos a jugar al tiro, llegamos y pudimos competir. De todo lo malo, eso estuvo bueno.

¿Cómo se gestó su llegada a Deportes Copiapó?

Fue a través del profe Erwin Durán, me llamó, siempre me contó sus ganas de contar conmigo, que iba a ser importante. Me sedujo venir para acá y hoy viendo todo, la verdad que fue una buena decisión.

¿Y cómo se dio la oportunidad de venir a probar suerte al fútbol chileno?

Yo he tenido compañeros que habían estado acá en Chile, como Alejandro Noriega que estuvo en Deportes Concepción y otros compañeros más, que me dijeron que por mis características me iba a ir bien en el fútbol chileno. Siempre tuve esas ganas, esas ilusión de venir para acá y ver de qué se trataba el fútbol acá. Y cuando se dio la opción de venir le dije a mi representante que le diera para adelante y que viniéramos para acá.

¿Cuáles son las pretensiones de Manuel López de aquí en adelante?

Vivo el hoy, la verdad no me proyecto, pero obviamente tengo sueños. Mi sueño es jugar en Primera División, pero tengo que seguir por el camino en que estoy, seguir haciendo goles y eso me va a llevar a Primera División.

¿Cuáles son esos sueños?

Llegar a un grande de Chile, un grande de Argentina... No son sueños inalcanzables, dependen de uno y voy a dar todo de mi para intentar lograrlo.

¿En cuál de los equipos grandes del fútbol chileno le gustaría jugar?

La verdad que me gustan todos, veo mucho fútbol chileno, porque me gustan mirar los "9" que hay y sería lindo jugar en cualquiera, no tengo elección.

¿A qué delanteros de Primera División sigue?

Sigo a Gonzalo Sosa, sigo a Joaquín Larrivey, sigo a Fernando Zampedir, a Iván Morales también, Cristian Palacios delantero de Unión Española. Siempre intento mirar a todos, porque para mi la base del fútbol también es mirar y aprender de grandes goleadores como los que acabo de nombrar.

Su pase pertenece a Deportes Antofagasta. ¿Se ilusiona con ser considerado en el cuadro "Puma" para la próxima temporada en Primera División?

Siempre me baso en el hoy, tengo que seguir, me quedan tres partidos, defender la camiseta de Deportes Copiapó que fue el club que confió en mi y que depositó toda su confianza. Quiero cumplir el objetivo que se propuso el plantel y el club. Después más adelante pensar qué es lo que va a venir respecto a mi futuro. Obviamente sería lindo, pero no me voy a adelantar.

El Fuerte de Copiapó

¿Cómo ha sido su experiencia con las canchas de pasto sintético acá en Chile?

Las canchas acá son todas muy lindas, no hay alguna que no me hubiese gustado. El pasto sintético en Argentina no es muy común, así que no estaba acostumbrado, pero uno se acostumbra rápido, sobre todo si haces lo que te gusta, te acostumbras y después se hace llevadero.

¿Qué es lo más complejo de las carpetas artificiales?

El pasto sintético por lo menos el de acá de Copiapó es el pique, después las temperaturas son distintas, te matan. Es más dura, pero más que nada es el pique.

¿Y qué me dice del calor en la cancha sintética del estadio Luis Valenzuela Hermosilla de Copiapó?

Es impresionante el calor que hace acá, la verdad que no lo había vivido en ningún otro lado. Me tocó venir con Rangers y lo sufrí un montón, y ahora que estoy acá y veo cuando juego con los rivales, veo que sufren un montón también. Así que hay que aprovechar esto de acá.

Los horarios tampoco ayudan mucho.

Nos tocó jugar a las 12:00 y es bastante complicado, los rivales de verdad que no quieren jugar. Pero obviamente que necesitas una costumbre, nosotros entrenamos a esa hora o más temprano y obviamente que el calor se siente. Uno ya se acostumbra y después no te das cuenta. Pero los rivales que vienen y con los que hablas te dicen que "cómo se puede jugar a esa temperatura".

¿Y cuál ha sido la cancha más hostil, aparte de la de Copiapó?

La de Cobreloa, nunca pudimos asentarnos en el partido. En aquel partido no sentí tanto la altura, aunque sí un poco. Es lo mismo que pasa acá, no estar acostumbrado.