
Gonzalo Sosa no duda en nombrar sus referentes: "(Gabriel Omar) Batistuta, (Hernán) Crespo y, de ahora, Luis Suárez. Ese tipo de 9 es lo que me gusta. A ellos son los que miro y trato de aprender". Luchador, aguerrido, oportunista. Como el domingo ante Universidad Católica cuando cazó un rebote en el área chica y fue clave para dar la mayor sorpresa de la fecha: el 2-0 de Melipilla sobre los cruzados.
El santafesino de 32 años reconoce que esa conquista "fue lo máximo. Para uno que es delantero y vive del gol convertir este tipo de goles, en partidos tan importantes y con rivales con tanta historia, es muy reconfortante. Esto es producto del buscar constantemente, porque en algún momento se va a dar".
La pelota le quedó libre en área chica.
Sí, no sabes si sales a celebrar antes de patear porque estaba prácticamente solo. Pero claro, ese pensamiento a veces te juega en contra y uno termina errando. Uno trata de estar lo más tranquilo posible. Este partido fue muy luchado, muy peleado con los centrales y jugué teniendo en mi cabeza que alguna situación me iba a quedar. Somos un equipos chico, por denominarlo de alguna manera, y dependemos de esas jugadas únicas para desequilibrar. Jugué con ese positivismo, se me dio y que más lindo que te quede, como jodemos con los muchachos, una caramelito dentro del área y solo la tienes que empujar. Pero hay que estar ahí. Estoy contento porque pudimos ganar, lo necesitábamos porque no queremos estar de paso en esta categoría, queremos asentarnos y cada punto nos ayudará en ese objetivo.
Lo gritó con todo.
Cada gol que convierto, ya sea en la mejor cancha contra el mejor equipo o en el barrio, yo lo grito con el alma porque los goles son mi vida. El fútbol es mi vida, vivo de eso y con eso. Lo grito con el alma primero y después me dejo caer en el suelo y se me pasan imágenes de todo lo que uno vivió, los obstáculos que sobrepasaste para este momento y que la vida termina premiando.

El 1-0 fue un golazo de Mathias Vidangossy. ¿También los hace en los entrenamientos?
Jaja, y las cosas que hace en los entrenamientos, no te imaginas. No es nuevo para nosotros, pero fíjate bien en el gol y hasta yo me comí los amagues... y eso que soy el compañero que voy corriendo al lado.
¿En serio?
Sí, en el primer amague, lo pasa (a Asta-Buruaga) y pensé que me la iba a dar, entonces me freno. Y cuando sigue con la pelota, vuelvo a arrancar. Cuando lo pasa a Aued, me freno de vuelta, y él pasa y anota. Así que se comieron los amagues los defensores y nosotros los compañeros, jaja. Lo mejor es que Mathias está muy bien, centrado, muy comprometido con el equipo, y lo veo disfrutar. Cuando un jugador se nota que disfruta en la cancha, las cosas le van a salir.
"Soñamos, pero con los pies en la tierra"
Sosa vuelve a hablar del colectivo. De todos. Del equipo. De Melipilla. "Hay que sumar puntos para alejarnos de la zona de abajo, y después veremos para qué estamos, si podemos seguir soñando un poco más. Es un grupo que se mantuvo bastante del año pasado, somos jugadores que la hemos luchado, la hemos remado. Soñamos con algo más, pero con los pies en la tierra, sabiendo que lo primordial es alejarnos de la zona de abajo", recuerda.
¿Cómo es ser dirigido por un técnico tan joven como John Armijo?
Bien. Con el profe tenemos mucho diálogo, esta abierto a los jugadores, a escuchar nuestro sentir, tanto dentro como fuera de la cancha. Los jugadores y el cuerpo técnico nos estamos complementando bastante bien, aprendemos mutuamente. Sabemos que el equipo tendrá algunos matices dependiendo de los rivales, pero siempre intentaremos plasmar la idea del técnico y lograr los objetivos.
La consigna con Gustavo Guerreño es matarse en la cancha.
Sí. En el torneo pasado jugamos mucho con dos puntas y nos complementamos muchísimo. Ya llevamos casi tres años jugando juntos y nos conocemos de memoria. Siento que los dos nos entregamos para el compañero, no somos nada de egoístas en el ataque y el sacrificio, correr y luchar siempre va a estar de nuestra parte. Ahora con el 'profe' John jugamos con tres puntas, Guerreño está más abierto por la derecha, pero se toma su tiempito para acompañarme en el medio e intentar coordinar alguna jugada.
Usted es el pívot.
Soy un '9' más de aguantar, de luchar, de generar faltas y salir de la posición para generar más espacio. Y Gustavo es más de tirar diagonales del medio hacia afuera, de ocupar los espacios que voy dejando, de complementarse conmigo. Nos conocemos a la perfección.
Su largo viaje desde Magallanes
Pese a su edad, estos son los primeros partidos que Sosa juega en Primera División. "Sí, ya he jugado cuatro en el torneo. Y no pude jugar los dos primeros partidos porque estaba suspendido", dice en referencia a la final del segundo cupo del ascenso ante Unión San Felipe en 2020.
"Y siempre digo que esto es el premio al esfuerzo, a tantos años de sacrificio, tanto mío como de mi familia. De mi esposa (María Florencia) que ha estado conmigo desde antes que fuera profesional así que estoy disfrutando mucho este momento", reconoce.
¿Pensó que nunca jugaría en Primera?
La verdad es que no. Tenía claro mis objetivos desde que llegué al país, en 2017, a Magallanes. No me importaba el tiempo que me iba a llevar, pero lo iba a lograr. De hecho, ahora he recibido muchos mensajes de excompañeros de Magallanes que me decían "me acuerdo de una charla en que vos decías que lo único que querías es jugar en Primera División porque no habías tenido la posibilidad y me alegro que lo estés cumpliendo". Era consciente que en Argentina era difícil porque es un país muy futbolero, todos los años salen muchos jugadores y es complicado. Pero cuando vine acá, sabía que se me iba a dar.
¿Qué fue lo primero que pensó cuando le dijeron 'Magallanes'?
No sabía nada, no conocía mucho del fútbol chileno. A uno le dicen Magallanes y pensé que era en el sur. Pero me comentaron que era en Santiago y me hablaron muy bien del club así que no dudé. Tenía la opción de ir a Unión La Calera, pero le había dado la palabra a Magallanes y cumplí. Tuve un año y medio muy lindo. Los primeros meses fueron de adaptación, pero después estuve muy bien. Tengo los mejores recuerdos del club y su gente.
¿Cómo lo ha pasado con el Covid?
En Chile no tuvimos problemas, pero en Argentina mi madre (Viviana) ahora dio positivo. Gracias a Dios no tiene mayores síntomas, pero la va llevando. Ni ella ni mi papá (Gabriel) están vacunados porque allá ese proceso está muy lento. Hace dos años que no los veo, este va a ser el tercero. Primero no pudimos ir porque mi esposa estaba en la etapa final del embarazo y este año por el Covid. Espero viajar a mitad de año.
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