Universidad Católica se ha transformado en uno de los clubes nacionales que más jugadores saca de cantera, donde muchos llegaron a consolidarse en el primer equipo, como Marcelino Núñez, Diego Valencia o el propio José Pedro Fuenzalida. Sin embargo, otros buscaron el éxito en otros equipos y divisiones.
Este es el caso de Lucas Abarca, quien fue parte del histórico ascenso a Segunda División de Real Juventud San Joaquín, estuvo en aquella generación del 2000 que fue bicampeona del fútbol joven. En aquel plantel, destacaban el "Pollo", Núñez, Enzo Ferrario y Carlos Salomón.
No obstante, el defensor central de 21 años pasó por momentos complicados antes de encontrar el éxito en el elenco que representa a la población de La Legua, incluso, llegó a pensar que el fútbol no era lo suyo. En ese momento aparecieron sus compañeros en la zaga de los "Cruzados", Carlos Salomón y Enzo Ferrario, quienes hicieron que se reencantara con el fútbol.
¿Qué significa para tu carrera este logro con Real San Joaquín?
Es un paso súper bonito, porque cuando llegué le dije al profe que este año quería estar en un club que lograra el ascenso y que fuera lo más profesional posible para sentirme cómodo. Me volví a reencantar con el fútbol, porque no me estaba llenando. Terminando con el ascenso y jugué todos los partidos, es un paso súper bonito en mi carrera.

Qué sientes cuando ves a tus ex compañeros en la UC jugando en Primera División?
Es un orgullo ver por la tele al Marcelino, a Yerko Oyanedel, al “Chispa” Campos, César Munder, Enzo Ferrario e Ignacio Jaque, hay varios compañeros que da gusto ver jugar. En cuanto a calidad, eran muy buenos y mejores personas. Es algo bonito que da orgullo. Cada vez que los veo jugar me recuerdo de cuando éramos chicos y jugábamos en la sub 17, fuimos bicampeones del Campeonato Nacional. Es bonito verlos jugar porque se esforzaron mucho, Marcelino es un jugador de esfuerzo.
¿Aún tienes contacto con algunos?
Mantengo contacto con Enzo Ferrario y Carlos Salomón, con quien hicimos dupla de central por varios años. Teníamos otra relación. Con Marcelino ya no tenemos tanto contacto, pero se entiende porque pasa hablando con gente que él no conoce. De igual forma, a veces hay algún mensaje.
¿Te dieron algún consejo cuando estabas desencantado con el fútbol?
Yo les comentaba que me tocó la vuelta más larga y había momentos que daban ganas de tirar la esponja. Ahí me daban consejos, aunque soy un jugador que es bueno para perseverar y trabajador. Mi polola me mantuvo firme, porque la mente te hace pensar varias cosas.