La Universidad Católica entrena en San Carlos de Apoquindo con sus nuevos refuerzos, incluido Franco Di Santo, el último en sumarse a los trabajos de Ariel Holan en la precordillera.
Y si unos llegan, otros se van. En el arco, por ejemplo, Sebastián Pérez le dijo adiós a la UC para irse a jugar a la Unión Española, y lo mismo hizo el joven portero Marcelo Suárez, que terminó contrato con los "Cruzados" y ahora se enfoca en buscar minutos en otras latitudes.
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"Me hubiera gustado seguir en la UC, como a cualquier jugador. Oficialmente ya estoy buscando club", le cuenta el guardameta a En Cancha.
"No tuve la oportunidad de hablar con Holan, porque mi contrato vencía esta temporada. Yo más o menos sabía cómo venía la mano, y no me lo tomé mal ni nada. Yo sabía que iba a pasar", complementa.
-Me imagino que con Matías Dituro, el "Zanahoria" Pérez y Nicolás Peranic, la cosa venía brava...
La competencia por el arco de Católica siempre ha sido durísima. Yo subí al Primer Equipo el 2018, pero incluso antes ya entrenaba con el plantel, teniendo apenas 16 años, donde estaba Cristopher Toselli y Franco Costanzo, Con esa experiencia ya supe que iba a ser duro. Imagínate después con nombres como Matías Dituro, Miguel Vargas, Sebastián Pérez, Nicolás Peranic, estaba Álvaro Ogalde también en su minuto, así que la competencia era al más alto nivel, pero siempre sana, con una muy buena relación entre todos. Eso es algo a destacar.
-La UC le da muchas oportunidades a sus canteranos en otros partes del campo, pero en el arco cuesta un poco más. ¿Por qué crees que se da esa situación?
Yo sé que para un club grande es complicado darle la responsabilidad del arco a una persona joven, sobre todo porque siempre hay jugadores experimentados en ese puesto. Son puestos especiales, porque si te equivocas, no hay nadie más que te pueda salvar. Uno sabe que se le viene difícil la cosa cuando tiene a jugadores tan experimentados como Matías. Era complicado.
-Más allá de la decepción por no seguir, me imagino que aprendiste mucho de Dituro.
Sí, saqué muchas lecciones de él. Esa competitividad, las ganas de querer estar siempre. Mati es de esos jugadores que por más que estés lesionado o hayas pasado una mala noche, entrenaba al cien siempre. Y como persona, nada qué decir, siempre preocupado por todos, por sus compañeros, su familia, sus cercanos. A mí me apadrinó desde el primer minuto, se preocupaba por todo, por que no me faltara nada. Me ayudó incluso a firmar contrato con una marca de guantes por dos años y esas cosas no las hace cualquiera. Es muy paternal, jamás espera nada a cambio. Me voy con un lindo recuerdo de él y también del "Zanahoria" y el Nico Peranic, además de Juan Ignacio Fariello, el preparador de arqueros del club.
Su experiencia en Deportes Recoleta
-En el 2021 jugaste en Deportes Recoleta. ¿Cómo recuerdas aquella experiencia?
Fue una experiencia muy buena. Ahí conocí otra realidad, distinta a la que venía experimentando en Católica. Obviamente había condiciones diferentes, porque era otra división, pero no por eso era pobre en infraestructura. De hecho, las condiciones laborales eran las óptimas, incluso mejores que algunos clubes de Primera División. Del cuerpo técnico nada que decir y de mis compañeros tampoco. Tenía a varios de jerarquía como Claudio Muñoz, Diego Silva o Matías Rubio, que ya tenían un gran recorrido en el fútbol chileno.
-¿Tienes alguna propuesta para continuar tu carrera en otro lado?
Yo quiero jugar, eso es lo que importa en el puesto de arquero. Lo bueno es que tengo 22 años, soy joven y la carrera de portero se ha alargado más con el tiempo. No importa mucho la categoría. Estoy viendo algunas opciones, pero nada concreto todavía. Ojalá exista una posibilidad en donde yo pueda jugar, porque no quiero ir a ser suplente.
-Muchas veces la Católica manda a sus jugadores a foguearse a otro lado y luego retornan ya más consagrados. ¿Tienes esa ilusión de volver algún día?
Me gustaría volver obviamente. Para mí la UC es el mejor club de Chile, la mejor institución. Hay condiciones increíbles, mucho compañerismo, competitividad, y ahora con nuevo estadio además, donde lamentablemente no voy a poder estar. Me gustaría volver algún día, consagrado, con chances reales de pelear un puesto y que no se me mire como un juvenil formado en casa.