Mateo Acosta, flamante delantero de Huachipato, está ante uno de los retos más importantes de su carrera: después de haber recorrido las canchas del ascenso de Argentina, le tocó dar el salto a la Primera División de Chile con 30 años.

Los "Acereros" vienen de salvarse con lo justo en las últimas fechas del descenso a Primera B y, tras dejar partir a Mario Salas como entrenador, esta temporada aspiran a al menos clasificar a torneos internacionales, con Nicolás Larcamón en la banca. Y en ese plan, los goles de Acosta podrían ser vitales, tal como lo reconoce a En Cancha.

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Cuando te comentan que estaba la chance de venir a Chile. ¿Qué se te cruzó por la cabeza? 

Estaba de vacaciones, recibí el llamado de Huachipato y no lo dudé. La venía peleando durante mucho tiempo y, por suerte, mis últimos dos años y medio fueron de un nivel muy alto (En Brown de Adrogué marcó 24 goles en 73 partidos). Tengo compañeros y amigos que están jugando en Chile y esperaba mucho esta chance.

¿Como quiénes?

Fernando Zampedri, con el que jugué en Juventud Unida de Gualeguaychú, y Tobías Figueroa, con quien compartí en Brown de Madryn.

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Imagino que Zampedri es un referente para tí…

La verdad, me marcó mucho él. En Juventud Unida ya me sorprendió lo goleador que era. Siempre tenía ganas de superarse y por eso no me llama la atención que esté cerca de convertirse en el máximo goleador de la Católica. Hace poco, estuve cerca de jugar en Atlético Tucumán y los dirigentes me querían llevar porque me decían que veían similitudes mías con Fernando, que jugó allá.

¿Y tienes cosas de él?

Es muy difícil compararme con alguien como él. A él le gusta más moverse por el frente de ataque. Sí creo que ambos tenemos el ADN del ascenso del fútbol argentino, esos torneos te marcan porque todo lo tenés que lograr con mucha humildad y sacrificio.

"Huachipato es uno de los pocos equipos que tiene estadio propio"

¿Sientes que esta es la gran oportunidad de tu carrera? 

Puede ser porque me encuentra en una edad justa. Es una gran oportunidad, en un gran mercado.

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Ya llevas un par de semanas entrenándote en Huachipato. ¿Qué club encontraste?

Venía de muchos años en la Nacional B, la segunda categoría de Argentina y la diferencia es grande. Acá hay un staff técnico muy grande, mucha gente a tu alrededor, que te ayuda en la preparación para que no te falte nada. La cancha es muy buena, es uno de los pocos equipos que tiene estadio propio. Y me gusta el hecho que se busque promover juveniles para venderlos.

Después de haberla peleado tanto, disfrutas más estar en un lugar así…

Yo me siento un trabajador del fútbol. Jugué en el Federal B, en canchas en medio del campo, en un estadio en el que había un solo inodoro en el vestuario. Cuando llegué a Chile, un día la cancha estaba un poco dura y le dije a un compañero: ‘No tenemos que quejarnos por cosas así.

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