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El gran golpe de la semana a nivel continental fue la eliminación del Santos de los octavos de final de la Copa Sudamericana a manos del Deportivo Táchira de Venezuela, en un cruce que se definió en los lanzamientos penales, tras empatar 1-1 en ambos partidos.
Los "Aurinegros", que fueron más eficaces en la tanda de definición (4-2), lograron una clasificación histórica a los cuartos de final de la competencia, con lo que desataron la euforia de su entrenador, Alex Pallarés, y sus jugadores en un certamen en el que domina el fútbol brasileño.
Precisamente, el técnico español del equipo "Llanero" se tomó un tiempo para conversar en exclusiva con En Cancha para dar a conocer cuál fue la receta para ser la gran excepción, no sólo en la Copa Sudamericana, sino que también a nivel continental, al eliminar a un club que lo supera enormemente en presupuestos e historia.
Los únicos dos representantes chilenos en estas instancias del torneo (Colo Colo y la UC), no lograron superar sus respectivos cruces, ante Internacional de Porto Alegre y Sao Paulo, con lo que marcaron otro año sin pena ni gloria para el fútbol nacional en copas internacionales.
-¿Cómo se tomó está clasificación?
-Fue un momento de euforia, muy importante. Sabemos que detrás de este equipo está la hinchada más grande del país y darle esta alegría es algo que nos llenó de orgullo y satisfacción. En ese momento final, con el penal de Marlon Fernández, sentimos esa euforia por la victoria. Es algo histórico, pero el fútbol no te da mucho tiempo para celebrar, ya que al día siguiente me toca estar pensando en el próximo partido y la necesidad de ganar y ganar siempre está. Lo disfrutamos mucho en Brasil, pero ya centrados en el próximo partido por el torneo local.
¿Cuál fue la fórmula para eliminar a un grande del continente?
-El fútbol no es matemáticas, ni física, ni química. En el fútbol no existen fórmulas, sí se hacen planteamientos de partidos y a veces los jugadores lo hacen bien y otras veces no salen bien y no conseguimos el objetivo que buscamos. Nosotros intentamos ser valientes, llevar a cabo nuestras virtudes sobre la cancha y analizamos el equipo rival. Vimos 12 partidos de Santos, conocíamos sus virtudes a nivel ofensivo y detectamos falencias a nivel defensivo y trabajamos mucho para aprovechar estas y en ese sentido, todo salió bien.
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"Jugamos de tú a tú ante un brasileño"
-No solo fue el golpe de la Copa Sudamericana, sino que a nivel continental, pues existe un predominio constante de los brasileños. ¿Cómo dimensiona todo esto, con esta clasificación?
-Aún no somos conscientes de lo que pasó, pero con el tiempo se le dará más valor a lo conseguido. Jugamos de tú a tú con un equipo brasileño, como es Santos, campeón de tres Copas Libertadores. En el partido de ida, bordamos la perfección, fue un partido donde merecimos ganar 2-0, pero nos faltó acierto de cara al gol, ya que a este nivel tan alto no puedes fallar en nada. Fue un partido muy bueno y fue una verdadera lástima que al minuto 86’, en la única que tuvo Santos, nos marcaran. El partido terminó con empate a uno y nos fuimos al camarín con mucha tristeza. Sin embargo, hablamos con los jugadores para que fueran valientes y la idea era ir a Brasil con el mismo planteamiento. Sabíamos que iba ser difícil, que íbamos a sufrir, pero lo logramos sacar adelante siendo el mismo equipo que en San Cristóbal y todo se dio. No es solo clasificar a cuartos de final, sino cómo se consiguió.
La meta en la Copa
-¿Qué techo se ponen en esta competencia?
-Nunca nos hemos puesto un techo. Somos conscientes que el fútbol pone a cada uno en su lugar y el fútbol determinará cuál es nuestro techo. Afrontaremos la siguiente ronda contra Independiente del Valle con mucha ilusión. Trataremos de mantener nuestra identidad y, a partir de ahí, jugar al máximo de nuestras posibilidades. Será el fútbol el que determine si somos capaces de llegar a semifinales o si los cuartos de final son nuestro techo. No vamos a permitir que nadie que no sea el fútbol nos ponga límites.
-Acá en Chile ningún equipo sigue en competencia. Usted, que lo logró con un equipo con menos recursos ¿Cuál es el mensaje que le da al resto del continente que, cómo Chile, no puede hacer nada ante los brasileños y argentinos?
-Es evidente que el fútbol argentino y el brasileño, especialmente este último, están por encima del resto por sus presupuestos, instalaciones deportivas, historia y por tener muy buenos jugadores. A partir de ahí, los venezolanos, chilenos y el resto de Sudamérica, tenemos que trabajar con mucha humildad, pero con ambición porque es la única manera de poder enfrentarlos y alguna vez poder vencerlos: con ambición y hambre. Hay que confiar en nosotros mismos, sabiendo de la enorme dificultad, pero es la única manera, con el convencimiento de que se puede. Eso es lo que nosotros transmitimos a nuestros jugadores, que hay que hacer partidos perfectos y que si somos capaces de mantener la concentración en 90 minutos, si nos conocemos a nosotros mismos y si analizamos al equipo rival, ya que en el arte de la guerra es importante conocer a tu rival con sus virtudes y sus defectos, desde ahí, hay que competirle del mejor modo posible.