Una verdadera bomba desató Juan Cristóbal Guarello luego de escribir su columna en La Tercera en la que acusó una grave denuncia en contra del empresario y representante de jugadores, Fernando Felicevich por obligar a jugadores juveniles a firmar por su empresa twenty two.
Uno de los jugadores y el protagonista de esta historia es Joaquín Abdala, hijo de Edgardo Abdala, exjugador de Huachipato y Ñublense, con quién conversó este mismo medio luego de lo informado.
“Yo soy entrenador y se me van a cerrar puertas, pero por mi hijo estoy dispuesto. Solo quiero que él tenga la libertad de decidir si quiere seguir jugando y dónde. Y no que se la coarten por un empresario”, expresó Abdala.
De la misma forma expresó que a su hijo lo tiene "con sicólogo y siquiatra, porque tiene problemas de autoestima, rasgos depresivos. Hoy tengo una segunda sesión con ellos. Llegan a este extremo. Ellos no son quiénes para decidir qué chicos pueden soñar con ser jugadores de fútbol", agregó.
El turco comentó que el muchacho siguió avanzando y mostrando condiciones lo tomó la empresa AIM, que le proporcionó de todo para seguir creciendo como futbolista, hasta que llegó Paulucci exgerente deportivo de Huachipato, quién le pidió que "no podía estar más con AIM y que tenía que estar con Felicevich, que si no, no iba a jugar más. Que no le parecía, pero que tenía que decírmelo. Y que si no hubiese sido ex jugador de Huachipato, no me habría enterado”.
Joaquín ya no va a Huachipato pese a que ellos son los dueños de su pase puesto que no quiere seguir jugando allá, debido a que no le dan las oportunidades y lo tienen relegado a divisiones inferiores que no corresponden a su edad.