El refuerzo 'charrúa' de Palestino, Sergio Felipe, adelantó el duelo por la fase dos de la Copa Libertadores que tendrán ante Cerro Largo de Uruguay. También recordó tristes episodios de su carrera personal, que lo marcaron como jugador.
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"Cuando nació mi pequeña hija, con mi ex pareja ya veníamos medio mal y nos separamos. El 25 de noviembre ella falleció debido a un cáncer de huesos. Mi hija es chiquitita, tiene un año y diez meses. No se dio cuenta", comenzó recordando en diálogo con El Mercurio.
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Sobre el complicado duelo que tendrán, expresó que "es un cuadro que de local pierde pocos partidos y se hace fuerte en su cancha. De todos modos el equipo se despotenció un poco, se fueron los mejores jugadores entonces es una incógnita".
Además recordó uno de los episodios más complicados de su vida, donde dejó de jugar por cinco años producto de un accidente que sufrió su hermano.
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"Mi hermano menor se cayó de 15 metros, se rompió el cráneo. Le pusieron un acrílico en la cabeza y estuvo dos semanas en coma. Lo operaron 14 veces. Ahí hice una promesa: no volver a jugar hasta que le dieran el alta general", enfatizó.
Cinco años después pasó esto, y Felipe se probó en Peñarol y Nacional, donde no quedó. En Danubio lo aceptaron. Luego jugó en Villa Española, Sud América, para luego retornar el club uruguayo, el que fue su último elenco antes de llegar a Palestino.
"Estas cosas me ayudaron a madurar. El fútbol no es la vida, hay cosas más importantes y te das cuenta cuando te pasan", sentenció.
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