En los últimos meses el arbitraje nacional ha estado en el ojo del huracán. Insólitas decisiones de los jueces en las canchas nacionales tienen desde los hinchas hasta los dirigentes de los clubes quejándose semana a semana sobre el nivel del referato chileno, que actualmente se encuentran a cargo del argentino Javier Castrilli, quien también ha recibido cuestionamientos en los cinco meses que lleva en el cargo.
Es en ese sentido que el jefe de la comisión arbitral, conversó con Radio Usach para hacer un balance del nivel de los jueces nacionales. "Los árbitros están demostrando que tienen ciertas falencias. Ahora, por leyes laborales, tengo que seguir poniéndolos, la gente no conoce que si yo no les doy partidos me pueden demandar, es una situación difícil de mejorar", afirmó.
Con relación a soluciones en el corto plazo, señaló: "Elaboramos una lista de los que sirven y los que no. La fui conformando esa lista, pero yo no tomo decisiones unilaterales y la puse a disposición de los cuerpos orgánicos de la ANFP, fue pasando por los estamentos, y todavía no podemos tener una respuesta. El que no quiere cambiar el arbitraje tiene que ser un imbécil o tiene que ser un mal intencionado".
Una de las grandes críticas que ha recibido el referato nacional es respecto a la unificación de criterios en las decisiones arbitrales. Respecto a esto, Castrilli dijo que "yo no puedo entrar a la cancha y decirle a los árbitros lo que tienen que hacer. Una vez que los designo ellos son libres de tomar sus decisiones. Hay gente que no está capacitada, y por más que yo emane directrices no las van a cumplir porque no tienen condiciones".
La dificultad para cambiar el panorama
El trasandino, además, pidió tiempo para poder realizar los cambios necesarios para mejorar la situación. "Ustedes son testigos que antes la ANFP justificaba errores conceptuales sin sentido. Para arreglar eso lleva tiempo, como ustedes no lo entienden, llevo cinco meses y estamos hablando de un problema de años, de árbitros que llevan 20 años haciendo mal las cosas, y ustedes pretenden que en cinco meses cambie todo".
Además fue claro en señalar que se requiere un cambio generacional en el arbitraje chileno. "Señores yo necesito gente nueva, necesito formar jueces, personas jóvenes. Ahora toco a tres, y me sale la denuncia de la Inspección del Trabajo quejándose porque los despido. Que me importan los problemas sindicales, eso de la puerta para afuera, y yo no tengo nada que ver", admitió.
Para finalizar, se refirió a uno de los despedidos, Patricio Blanca. "En el caso de él, en gestiones anteriores lo llevaron a Primera División y descubrieron que no servía, y lo tengo ahí en Primera B con 40 años, sin proyección, porque no sirve como árbitro. Puede ser buen padre de familia, ingeniero, pero como árbitro no sirve", enfatizó.