En una decisión que sorprendió a todos en el fútbol chileno, ayer Jaime García dejó de ser el técnico de Ñublense.
El conjunto chillanejo comunicó que de “mutuo acuerdo” se había inclinado por ponerle fin al vínculo contractual del DT con la institución, poniéndole fin a cuatro años donde se campeonó en Primera B, se peleó el título del Campeonato Nacional y hasta se llegó a jugar la Copa Libertadores.
Ahora, García se une a un listado de entrenadores que están disponibles en el mercado, y deberá darse a la tarea de encontrar club, aunque esto pueda resultarle algo engorroso en los tiempos de hoy. ¿Por qué?
Resulta que el adiestrador oriundo de Cartagena no tiene representante, y es él mismo quien se sienta a negociar y escuchar condiciones cuando alguien se interesa por sus servicios, algo que, según aseguró hace un par de semanas en el programa Círculo Central, está dispuesto a cambiar.
Jaime García no se cierra a conseguir un representante
“Siempre es necesario, porque uno se tiene que manejar a otro nivel y estar preocupado. Siento que en algún momento me tendré que sentar a conversar”, comenzó diciendo, para luego explayarse sobre el tema.
“Más allá de eso, yo me preocupo de poder mostrar mis herramientas con lo que yo hago en cancha. Los periodistas y la gente se dan cuenta de lo que uno hace. Si en algún momento tendré que dar ese paso de calidad, hacer que también tenga un soporte en mi carrera, voy a tener que hacerlo, no tengo ningún problema”, aseguró, dejando la puerta abierta a conseguir un agente que lo mueva dentro del fútbol chileno y también en el extranjero.
“Las estadísticas están ahí. Si me preguntan, sí, estoy capacitado para dirigir en cualquier lado. El fútbol te va a poner donde te tenga que poner”, terminó reflexionando.
