
Deportes La Serena es uno de los pocos equipos de Primera B que pareciera estar aún activo en el mercado de fichajes, y tras la lesión de Dilan Verón, refuerzo trasandino que llegaba con la responsabilidad de comandar el mediocampo granate, el movimiento del club apuntó a hacerse con los servicios de Carlos Lobos.
El volante que fue formado en Universidad Católica y campeón con los Cruzados, es la nueva obsesión granate, y pese a que ya se encuentra al servicio de Edwin Durán, hay un problemita que está inquietando a los Papayeros.

“Pese a que ya entrena con el equipo, aún debe destrabar algunos temas con su anterior club”, consigna el Diario El Día, asegurando que el optimismo reina en la dirigencia serenense y aquello debería concretarse en los próximos días.
La llegada de Lobos es uno de los movimientos de un equipo que también vería partir a Luckas Carreño, valor del club que se irá a préstamo a Audax Italiano, y las exigencias de Durán no se han hecho esperar.
De esta forma, el volante no sería el único puesto a cubrir pues también estaría en carpeta Bayron Guajardo, quien según fuentes al interior de la institución, aún no tiene nada concreto.
Carlos Lobos, un postergado en Huachipato
Más allá del prometedor arranque de su carrera, Carlos Lobos ve en Deportes La Serena la chance de encontrar una continuidad que le ha sido esquiva desde el debut.
Promovido como una de las grandes promesas de la UC, el volante terminó siendo moneda de cambio para que los Cruzados pudiesen comprar a Edson Puch, y el negocio con el Grupo Pachuca lo dejó en Everton de Viña del Mar.
Pese a partir como un jugador importante en los Ruleteros, Lobos perdió terreno y su camino continuó en Huachipato, donde fue parte del título de los acereros, pero con una modesta presencia al participar en 6 partidos a lo largo de la temporada, por lo que el paso a los serenenses es la apuesta para conseguir el despegue de su carrera.