“Poder en las sombras”: el hombre que cada vez tiene más influencia dentro de la ANFP de Pablo Milad

Cada quien tendrá su propia opinion sobre cómo le ha hecho la administración de Pablo Milad al fútbol chileno. Pero una sencilla encuesta a boca de urna bastará para darse cuenta que la sensación general es que, bajo el mandato del ex intendente del Maule, todo ha sido un desastre: a nivel de clubes y a nivel de selecciones, en categorías adulta y juveniles, masculino y femenino, la actividad se encuentra en un oscurísimo pozo del cual se ve complicado salir en el futuro cercano.

Un balance a grosso modo de la gestión de Milad, quien fuera electo en julio de 2020 para el cargo sería: selecciones en el suelo (salvo el lunar que significa la actuación de la Sub 17 en Colombia), torneos nacionales desechos y peso internacional inexistente.

Y cuando el nivel de aprobación de Pablo Milad y compañía está en un nivel históricamente bajo, debido a la casi segura eliminación de La Roja para el Mundial de 2026, han surgido voces que aseguran que el curicano ya no manda en la ANFP. ¿Quién lo hace entonces en Quilín? En Cancha pudo averiguar que, en estos momentos, quien ha tomado el timón del fútbol chileno es el secretario general de la entidad, Jorge Yunge.

Fuentes al interior de la ANFP dicen a este medio que es Yunge quien en estos momentos está decidiendo en la casa del fútbol chileno. Él es quien toma las decisiones, por sobre Milad, y con escasísima intervención del resto del Directorio (Alberto Núñez, Mauricio Moreno Sánchez, Andrés Alvarado y Jorge Aguilar).

En estos momentos, la Corporación vive anomalías importantes en su estructura operacional, como la ausencia de un gerente general. Fue Yunge quien llevó a Pablo Silva a ese cargo y también quien lo despidió. Desde entonces, es el secretario general quien asume esa función, incluso ocupando la oficina de gerente general. Es decir, un miembro del directorio, en un puesto de funcionario.

También hay carencias en otras gerencias de la ANFP, como en Comercial y Marketing, vacante desde que en enero pasado fuera despedido Álvaro González. Desde entonces a la fecha, es el gerente de Seguridad y Operaciones, Felipe de Pablo, quien toma ese rol.

En la ANFP, según aseguran a En Cancha, el ambiente se ha vuelto complejo con esta abrupta irrupción de Jorge Yunge al poder.

Hay ciertos reparos. “Es un patrón de fundo. Maneja la ANFP como un minimarket, como si fuera su tienda en Talca. Es muy personalista y dueño de club chico. Sube y baja al personal”, dicen desde Quilín 5635.

Pero es, finalmente, el que manda. Él fue quien comandó, por ejemplo, las reuniones con Ricardo Gareca que terminaron en la permanencia del Tigre en la Selección Chilena, tras la última doble fecha eliminatoria.

También es quien manejó la tumultuosa relación con el SIFUP, cuando a principios de año hubo amenazas de paro. Asimismo, es Yunge quien lleva la relación con los presidentes de clubes que componen la ANFP. Cada tema político con los afiliados es resorte del talquino.

Contactados por En Cancha al respecto, desde la ANFP aclararon que, en el caso de la negociación con el SIFUP, Yunge fue el encargado por un acuerdo adoptado por el Directorio, que lo designó como el encargado de llevar las negociaciones.

De hecho, fue la ANFP, bajo la conducción de Yunge, la que inició las conversaciones con la Dirección del Trabajo como mediador.

Por otro lado, desde Quilín aclaran que en las reuniones con Gareca sí está presente Yunge, pero también participan Pablo Milad y el gerente de Selecciones, Marko Biskupovic.

De todos modos, el actual presidente de la ANFP cumple más como la “cara visible”; quien atiende los micrófonos de la prensa, por ejemplo. Pasa el tiempo por lo general en su oficina y con lo que aún tiene a cargo: las relaciones internacionales, principalmente con la Conmebol y la FIFA.

Según relatan a En Cancha desde Quilín, a Jorge Yunge le gusta el anonimato. No es factible que se presente, por ejemplo, a candidato a presidente de la ANFP en las próximas elecciones. Menos con la chapa de “continuista”, ya que estar demasiado asociado a esta administración le podría ser contraproducente, sobre todo ante la opinión pública.

“No le gustan las cámaras. Le gusta el poder en las sombras”, opinan.

¿Buscará seguir? Es probable, pero lo haría de la misma manera en que hoy estaría manejando al fútbol chileno, como un NN.