GABRIEL CASTELLÓN: Final tranquila. Descolgó un par de balones aéreos peligrosos. En la segunda etapa, atajó un cabezazo a bocajarro de Salomón Rodríguez; desvió un remate de gol de Vidal y contuvo parcialmente otro disparo de distancia de Amor. Suficiente.
FABIÁN HORMAZÁBAL: Aportó desdoblamiento, descuelgues y triangulaciones con Guerrero y Assadi. Casi no tuvo labores defensivas porque Colo Colo atacó poco por su lado. Le faltó mayor precisión en un par de centros en velocidad. Intensidad a toda prueba.
FRANCO CALDERÓN: Firmeza en la marca y los giros de Javier Correa mientras estuvo, la jugada nunca lo encontró desubicado; cruces oportunos y eficiente complemento con Zaldivia por el centro de la zaga. Llegará con confianza a jugar en Lima si el técnico lo incluye.
MATÍAS ZALDIVIA: Algún trabajo extra en el primer cuarto de juego con las diagonales de Cepeda, luego dominó su zona y se acomodó a las cada vez más escasas aproximaciones albas. Patrón de su zaga.
MAXIMILIANO GUERRERO: Intenso, como siempre. A veces sin mucha claridad al momento de la toma de decisiones en los metros finales, pero siempre mirando el arco contrario y siendo la primera barrera por su franja. Funcional y efectivo.
MATÍAS SEPÚLVEDA: Fundamental. Anotó el primero gol y asistió en el tercero de Lucas Assadi. Agente ofensivo permanente, casi suma otro gol con un tiro libre que desvió De Paul. Arrancó de campo propio y alimentó el juego con asociaciones por su banda y conectando con Altamirano, Díaz y Assadi. De los mejores de la U.
MARCELO DÍAZ: Manejó la salida y se acopló a un engranaje que en esta final tuvo pocas urgencias. Dueño de la distribución de pelotas en la salida, cerró bien los espacios las pocas veces que Aquino pudo maniobrar en tres cuartos. Buena participación en la gestación del gol de Sepúlveda. Calibró los tiempos y el desgaste luego del 3-0.
CHARLES ARÁNGUIZ: Pareció exagerada la amarilla a los 5′ por raspar a Cepeda. Como siempre, activo y participativo en el tránsito ofensivo y colaborador en la compactación del bloque cuando se defendió. Despliegue habitual para un jugador de una regularidad a toda prueba.
JAVIER ALTAMIRANO: Tomó en un alto porcentaje buenas decisiones en las aperturas de los laterales, en la conexión ofensiva con Assadi y Guerra y en las habilitaciones con intención; cuando anda fino, marca diferencias. Su pase para el desmarque de Sepúlveda en el primer gol y el remate previo al segundo gol justificaron sin discusión su presencia.
LUCAS ASSADI: Tuvo un comienzo frío y alejado de las acciones, pero a partir de los 15′ se hizo omnipresente en todos los avances, ya sea liderándolos o arrastrando marcas. Participó en el origen del primer gol y definió con gran calidad en el tercero. Cada vez se le ve mejor en su rol de desequilibrio en la jugada individual y en la resolución en espacios reducidos.
NICOLÁS GUERRA: Su sorpresiva titularidad le dio toda la razón al técnico de la U. Desacomodó a los centrales albos desde el comienzo con su movilidad y giros; tuvo un mano a mano que achicó bien De Paul y fue clave en la jugada que determinó el desbalance: la roja a Vegas. El segundo tanto fue mérito a su vivacidad.
Sin los minutos suficientes para evaluarlos, ingresaron también Ignacio Tapia, Nicolás Fernández, Leandro Fernández, Sebastián Rodríguez, Felipe Salomoni y Rodrigo Contreras.