
De las numerosas acusaciones que Universidad de Chile debió salir a contrarrestar en el caso de los incidentes por octavos de final de la Copa Sudamericana, registrados en el estadio “Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini”, una de ellas fue por la imputación de actos racistas cometidos por un hincha del club azul, en específico, la de un sujeto que desde el sector de la bandeja Sur sostenía un plátano en la mano y gesticulaba como un mono hacia el sector de la parcialidad de Independiente.
En el punto 129 del informe, en el apartado “Sobre responsabilidad de Universidad de Chile por la conducta de sus aficionados”, la Comisión Disciplinaria de la Conmebol indica que, según consta a través de la prueba ‘Video 1’, desde la tribuna Sur Alta del estadio un aficionado de la U “realizó gestos racistas en contra de los aficionados del equipo local, haciendo movimientos que imitaban a un simio mientras sostenía una banana en la mano”.
A partir de la acusación de acto de racismo, Universidad de Chile expuso en el alegato efectuado en la sede de Luque que la rechazaba categóricamente. Los defensores del club argumentaron ante la comisión de disciplina de la Conmebol que “el episodio del plátano hace relación con el jugador Marcelo Díaz y la anécdota del ‘famoso plátano milagroso’, para recordar a los hinchas de Independiente que Díaz estaría en el campo de juego y que, si llegaba a comer un plátano, ellos ya sabían la consecuencia”.


El ‘plátano milagroso’ que se comió Marcelo Díaz
La anécdota en cuestión se remite a aquel partido de la liga argentina, Racing de Avellaneda le ganó un partido a Independiente con dos jugadores menos en cancha con un gol de Marcelo Díaz, luego de haberse comido un plátano dentro de la cancha.
Sobre el alegato azul, el expediente de la Conmebol dice lo siguiente: “Explica Universidad de Chile que no se trataría de un gesto discriminatorio, pues se puede apreciar que el hincha solo sostiene en su mano el plátano y hace gestos como de tener frío, pero no amaga comerse el plátano como un mono, y tampoco hace gestos de mono con el plátano en la mano. Asegura que el hincha simplemente sostiene en la mano el ‘plátano milagroso’ a modo de recordatorio de aquella anecdótica situación ocurrida años antes”.
El informe disciplinario agrega que, durante la audiencia en Paraguay, se le solicitó la declaración a Marcelo Díaz, “quien corroboró la historia (...), pero aclaró que no vio el video del supuesto racismo denunciado en el presente procedimiento”.
La Comisión Disciplinaria advierte en el informe que “no es un hecho controvertido que un hincha de Universidad de Chile se haya encontrado en la tribuna exhibiendo un plátano, pues el club no niega la ocurrencia de este hecho”. Añade que “en el Video 1 se observa claramente la presencia de este espectador, en la tribuna Sur Alta destinada para los visitantes, utilizando ropa alusiva a la barra Los de Abajo de Universidad de Chile, exhibiendo la señalada fruta...”
Los evidentes gestos de simio del hincha de la U
Luego, los jueces indican que tras el análisis de la prueba, “que los gestos que realiza el aficionado de Universidad de Chile son claramente en alusión a los gestos que un simio suele hacer, por lo que no es atendible el argumento por el cual pretenden hacer creer que el aficionado estaba haciendo gestos de tener frío. Además, es evidente que el aficionado hace los gestos de simio en dirección a los hinchas de Independiente que se encontraban en la tribuna Sur Baja, por lo que, para esta Comisión, queda descartada la posibilidad de que sean gestos de tener frío”.
Respecto al argumento de defensa de Universidad de Chile, en cuanto a que el hincha exhibe la banana por la anécdota del ‘plátano milagroso’, “para esta Comisión es un tema irrelevante a efectos de determinar la infracción, pues esta se configura con los gestos de simio realizados por el hincha en contra de los aficionados de Independiente”.
Finalmente, en vista a la prueba de video aportada al expediente por la Unidad Disciplinaria y del presente análisis desarrollado por la Comisión, el informe explicita que “ha quedado probado que ocurrió un hecho de discriminación (…) y que el mismo es atribuible a un aficionado de Universidad de Chile, por lo que, por aplicación del principio de responsabilidad objetiva, Universidad de Chile debe ser castigado”.
La sanción impuesta por la Comisión Disciplinaria de Conmebol, integrada por Eduardo Gross Brown (presidente), Amarilis Belisario, (vicepresidente) y Lucas Ribeiro (integrante), por el acto racista fue de 120 mil dólares a pagar por Universidad de Chile. Esta vez, ‘el plátano milagroso’ no surtió efecto.