Uno de los futbolistas experimentados que tiene hoy la Primera B, es Kevin Harbottle. Con pasos por varios clubes del fútbol chileno, el talentoso atacante apareció en Antofagasta por allá en 2009.
Sus habilidades llamaron la atención de Argentinos Juniors, que lo fichó en enero de ese año. Claro que poco y nada tuvo presencia en los Bichos Colorados. No sumó minutos en el plantel oficial y fue enviado constantemente a préstamo en el fútbol chileno, hasta 2013 cuando partió libre al Colorado Rapids de la MLS.
Pero en Argentinos se topó con un conocido en Chile como Claudio Borghi. En mayo de 2009 el Bichi asumió en la banca del Bicho, topándose algunos días con el atacante.
“Estuve 6 meses nomás, me quise devolver a Chile”
Con solo 18 años llegó Harbottle al fútbol argentino. Demasiado inmaduro, da a entender el delantero de Santa Cruz, en entrevista con En Cancha.
Ni encontrarse con el extécnico de Colo Colo le ayudó a mantenerse al otro lado de la cordillera.
- Haciendo un repaso a tu carrera, estuviste varios años perteneciendo a Argentinos Juniors, hasta con Claudio Borghi coincidiste en un momento.
Lo tuve una semana. Yo me fui a Argentinos Juniors a los 18 años, me fui desde Antofagasta a allá. Tenía un contrato por cuatro, cinco años. Estuve 6 meses nomás porque me quise devolver, yo quería jugar. No se me estaba dando, igual en una mentalidad de que quería jugar, independiente de mi edad. Quizás hubiera sido más paciente y me hubiese quedado un tiempo más en Argentinos. Después llegó el Bichi, pero yo tenía tomada mi decisión de volver a Chile. Antes de irme a Argentinos tuve la posibilidad de O’Higgins, entonces volví ahí. Lo bueno es que me fue bien, estuve un año allá y de ahí me empezaron a llamar a la selección.
En su momento tomé una buena decisión en ese ámbito, pero uno no sabe, quizás debí haber esperado un poco más en Argentinos y quizás hubiese madurado mucho más.
- ¿No alcanzó el Bichi a darte un consejo?
No, lo único que me ofreció el Bichi fue un pisco, jajaja, fue lo único que me ofreció. Estuve nada, con suerte una semana con él.
- Tu otra experiencia en el extranjero fue en la MLS, estuviste antes de todo este boom de Messi y las figuras que fueron llegando a Estados Unidos.
Siempre se hablaba de que el fútbol allá no era competitivo, pero sí lo era. Los jugadores eran muy profesionales, a comparación de lo que tú ves acá en Chile. Sí, acá tienes más calidad técnica, pero allá era más físico. La mayoría estaba bien, fuerte, se cuidaban bastante. Era difícil ver a alguien que no estuviera bien físicamente.
- ¿Qué te pareció el torneo, cómo era en ese entonces?
En sí, la liga ya era buena. Los gringos manejan todo como un espectáculo. Tenían buenos estadios, la infraestructura, los camarines eran buenos. Los camarines que veía en esos años (2013) no los ves todavía acá en Chile. Era muy bueno, te entregaban de todo, tenías todo lo necesario. Tenían hasta zapatos que te entregaba el mismo club, cosa que acá es muy lejano.
Me acuerdo de que teníamos un refrigerador y tenías proteínas, jugo, sacabas lo que querías. En utilería entrabas y tenían puros zapatos. Te decían cuál necesitabas y te lo entregaban.
Acá creo que no lo voy a ver nunca, en ese sentido la liga era muy buena. Y futbolísticamente, la diferencia es que no había descensos, entonces no generabas esa competencia. En el tiempo que estuve yo, estuvo Therry Henry, nos tocó jugar con ellos (New York Red Bulls). Lo malo es que jugué cuatro partidos y me lesioné, ahí estuve harto tiempo fuera, como dos o tres meses.
Pero buena liga, era muy profesional, totalmente diferente a lo que uno vive acá. Los equipos acá tienen muy pocas cosas. En el ascenso son muy pocos los que tienen lo necesario. La mayoría de los clubes chicos te entregan lo justo, no son tan profesionales como se ve afuera o al menos donde me tocó estar en Colorado Rapids. Acá muchas veces tienes que comprarte los insumos, cuando tienes que vendarte, te lo compras tú mismo. Fue un cambio grande.