El histórico jugador de Cobreloa, Rodrigo Pérez, tuvo un alegre fin de semana tras coronarse como el campeón de Tercera División B, junto con Deportes Rancagua, que venció por penales a Atlético Oriente en Buin.
El entrenador tuvo una campaña casi perfecta en la quinta categoría del fútbol chileno, pues en 25 partidos no conoció derrotas, consolidando su idea y alcanzando una histórica participación en Tercera A con miras al 2026.
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En Cancha estuvo en la infartante definición del torneo amateur del balompié nacional, donde conversó con el entrenador nacional, quien levantó su primer título como estratega.
Al ser consultado por si su nombre aparecerá nuevamente en el radar de los clubes profesionales de Chile, el DT aprovechó de desahogarse y confesar el duro camino que ha tenido que pavimentar para hacerse un espacio.
“Me gustaría que también se hiciera un análisis de todos los técnicos. Parecen sillitas musicales. Yo lo dije el otro día: a mí me congelaron. Fui a Cobreloa, salí con un 53% de rendimiento, le ganamos al tricampeón (Universidad Católica) y aun así salí. Después voy a Rancagua Sur, 53%. Hoy, en Deportes Rancagua, un 80%”, partió señalando el campeón con los loínos.
“No me siento más ni menos que nadie. Soy muy respetuoso, pero siento que la vida y el fútbol son de capacidad. Quizás cuando uno dice las cosas como son, al sistema no le gusta: ‘este es conflictivo, confrontacional’“, añadió el ahora campeón con Deportes Rancagua.
“Gracias a Dios el tiempo me da la razón, tanto donde jugué como donde dirigí, por capacidad y no por ser amigo de alguien”, cerró Rodrigo Pérez, quien ahora se prepara para disputar una nueva categoría con el club de la Sexta Región, que sueña con una histórica pelea por meterse en el profesionalismo.
