
El avezado delantero chileno Carlos Muñoz viene de cerrar una temporada bastante correcta en Magallanes, la séptima camiseta que defiende en el fútbol chileno, en una carrera que ya se prolonga por 19 años en el profesionalismo.
No brilló, más bien porque la Academia no fue protagonista, pero sí estuvo muy presente, con 24 partidos jugados y cinco goles; nada mal.
El ex Wanderers y Colo Colo sabe que, pese a encontrarse plenamente vigente, el retiro es algo cada vez más cercano y, en ese respecto, tiene claros sus próximos pasos. Decisión que en cierto modo sorprende, ya que mientras muchos de sus colegas lo que buscan una vez colgado los botines es aspirar a una banca o a una gerencia técnica, siempre en el fútbol masculino, el artillero se enfoca principalmente en seguir ligado a la actividad, pero en el fútbol practicado por mujeres.
Y la explicación va porque el propio futbolista confiesa que se “enamoró” del Futfem, principalmente gracias a Catalina Muñoz, su hija mayor, quien es goleadora en las series menores de Colo Colo. Y no es la única, ya que la menor, Antonella, este año entró también a la sub 12 del Cacique... El legado goleador está asegurado.
¿En qué está en estos momentos Carlos Muñoz? lo responde a En Cancha: “Después de terminado este año en Magallanes, pasé a ser jugador libre. Terminamos antes la temporada, por no clasificar a la Liguilla, pero veremos qué nos trae la reestructuración del club. Por mí, feliz seguiría, porque es un club muy lindo, muy tranquilo y que, además, puede dar más de lo que dio este año y, por otra parte, yo puedo también entregarle más de lo que le entregué en 2025”.
-¿Cómo te ves en el futuro?
Jugando perfectamente un par de años más. Me siento bien físicamente, nunca he tenido lesiones graves y estoy bien también futbolísticamente. Año a año voy demostrando que siempre estoy vigente. Tengo planes también del próximo año estudiar para ser entrenador de fútbol, me seduce mucho, pero la parte femenina. Es un campo que me gustaría seguir descubriendo.

Carlos Muñoz elige el Futfem
Tan importante ha sido para Carlos Muñoz haberse acercado al fútbol practicado por mujeres, que hoy es un personaje fundamental en la escena nacional. Se le ve habitualmente en el Monumental, en los entrenamientos de Catalina, va a ver los partidos y acompaña a los padres que llevan a sus hijas a sus primeras experiencias con el fútbol.
Lee también“Lamentablemente no pude regalarle un título a Colo Colo, pero mis goles enamoraron al hincha”Recordado es en la Selección Chilena cuando, en octubre de 2018, Carlitos llevó a Catalina muy niña a Santa Laura para un partido de La Roja con Sudáfrica. Tras el encuentro, las jugadoras chilenas la recibieron tras bambalinas para sacarse fotografías y tener recuerdos con ella. “Todavía guarda esas fotos con mucho cariño”, confiesa el delantero.
-El legado goleador de los Muñoz está asegurado con la Cata, ¿no?
Sí, claro. Mis dos hijas están en Colo Colo. La Cata, ya más grande, con más experiencia, con algunos procesos de Selección. Es un campo que me ha seducido mucho, porque me ha tocado conocer futbolistas desde muy pequeñas y que ya las veo jugando de manera profesional. Me siento capacitado para transmitir enseñanzas, sacarles rendimiento a algunas generaciones. Por eso me seduce irme por el lado femenino. Por supuesto que el masculino también, pero si me preguntas si me gustaría ser técnico una vez que me retire, sí me gustaría y por el lado femenino. Me cautivó, me enamoró.
-Desde adentro, ¿cómo ves la actualidad del fútbol femenino en Chile?
Va en vías de crecimiento. Por supuesto que falta mucho, a nivel de infraestructura. A nivel de Selección, podemos conseguir muchas cosas más y me encantaría ser parte de ese proyecto. Espero prepararme de buena manera para llegar ahí. Si llego a ser el técnico, transmitir mi experiencia de vida, humana, y también lo que pueda hacer en la cancha…
-No es por aserrucharle el piso a Lucho Mena, supongo…
¡Ja! No, no, no. En mí podría tener a un buen colaborador. Uno tiene que empezar de abajo. A mí me encanta ayudar a la gente, a las niñas, a compañeras de mi hija, a los profes. Que aprendan, que se nutran y que quieran hacer de este deporte una profesión.
-Ojo con la Cata, que Mena se caracteriza por poner mucha atención a lo que viene de abajo. Mira que en la Selección ya han estado Pamela Cabezas, Vaitiare Pardo…
Luchito conoce a la Cata desde que tenía un año y medio de vida, cuando yo la llevaba a Colo Colo y, después, en el fútbol formativo y cuando él era el entrenador principal. La conoce a la perfección. En tema de Selección, él no solo ve a la Adulta, sino también todas las series menores, los microciclos de la 20, la 17. Algunos de sub 15 y sub 14 que ha habido y él está ahí observando, acompañando los partidos. Él la conoce muy bien y la gente de Colo Colo también sabe que ella es una chica que va a dar el salto. Hay que mantener la calma y que no se salte los procesos. Cuando llegue el momento, debe estar preparada y tiene las metas súper claras.

Catalina Muñoz, esperanza goleadora para Chile
-¿Cómo has visto el crecimiento futbolístico de Catalina? Porque ella tiene muchas características tuyas en la manera de jugar… ¿Eres el papá técnico?
Sí. Con Catalina tenemos esa relación y esa confianza de yo poder transmitirle lo que he vivido. Las cosas buenas, las cosas malas y en su carrera también acompañarla en todos los pasos que ha ido dando. Es una chica aún con 15 años, muy joven y que debe aprender mucho. Me gusta que cumpla sus procesos, que no se apure, porque yo sé que con sus condiciones naturales ella va a llegar. Lo puede lograr, porque las capacidades las tiene. Tiene mucho talento, pero eso hay que acompañarlo y qué mejor que juegue en la misma posición que yo. Puedo darle consejos, antes y después de los partidos. Cuando los partidos son televisados, después nos sentamos y vemos lo que hizo bien, lo que puede mejorar.
-¿Vas siempre al Monumental a los entrenamientos?
Por lo mismo me enamoró el fútbol femenino, porque acompaño a mis hijas todas las semanas. Las disfruto y también está el sentimiento de ayudarlas desde lo que uno vivió. Decirles que el fútbol es una linda carrera, pero muy sacrificada. Tendrán que dejar mucho de lado si es que quieren tomar esto como profesión, no solo como un hobbie. Si ellas decidieron este camino, tienen que mejorar cada día.
-Antonella, ¿en qué división está y en qué posición juega?
Ella empezó este año recién. Le picó el bichito de seguir los pasos de su hermana y la gente de Colo Colo se ha portado muy bien. Me abrieron las puertas para que la llevara, para que ella aprendiera, para que se desarrollara en el fútbol y está en ese proceso de descubrir. Está en estos momentos en la Sub 14, tiene 12 años, eso sí. Ella, con sus ganas e inteligencia, está absorbiendo conocimientos. Ha jugado como extremo, como 9, como volante, esto del fútbol es nuevo para ella; está viendo dónde se siente mejor. Está aprendiendo también de las compañeras que llevan más años. Si lo decide para su futuro, ahí estaré acompañándola, como a Catalina.

“El que quiera ver fútbol femenino, bienvenido; el que no, que no lo tire para abajo”
-¿No te costó digerir cuando Cata te dijo que quería ser futbolista? Para qué andamos con cosas, hasta hace poco, el medio chileno, quizás por desconocimiento, era bastante machista al respecto…
Es que la Cata me acompañaba desde siempre a los entrenamientos en Colo Colo. Cuando dio sus primeros pasos, ya estaba en las prácticas, los dio en una cancha. Mientras yo entrenaba, ella se quedaba con mi papá o con Nelson o Luciano, los utileros, limpiando los zapatos, por ejemplo. Ella creció en un ambiente futbolero, en la cancha, en un camarín. A medida que fue creciendo, uno fue viendo que le pegaba al balón de una manera distinta, controlaba, que ver algo así en una chica de tres años es difícil. A medida que fue creciendo, le fue gustando, hasta que la metimos a la escuela de fútbol, con seis o siete años.
-Era como un camino obvio entonces que Cata fuera futbolista…
Ahí me di cuenta que, no solo estaba Cata, sino que también conocí a Amaral (Farías), Cata Arias, Ámbar Figueroa… A todas esas chicas las conozco desde muy pequeñas y ahí tú veías que sí había ganas, talento. Solo faltaba que les diéramos las vitrinas. Así se fue dando todo. No fue raro para mí, fue una alegría ver tan feliz a mi hija y a ella siempre la vi feliz con una pelota de fútbol. Ver a tu hija cantando el himno nacional, vistiendo la camiseta, haciendo goles por la Selección, es una emoción tremenda. Por más que digan que el femenino es distinto que el masculino, la pasión es la misma, las chicas tienen las mismas ganas, la misma ilusión de lograr cosas importantes. Este es un país libre, una sociedad libre y el que quiera ver fútbol femenino, siempre va a tener las puertas abiertas; al que no le importa, que no lo tire para abajo. Es el futuro de muchas chicas, de muchas mujeres que a través del fútbol quieren lograr hacer su vida y hacer una carrera.
-Una vez, Cristián Montecinos comentaba que, para él, su máxima alegría en el fútbol, más allá de todos sus logros, fue ver debutar a Joaquín en una cancha. ¿Lo compartes?
Completamente. Es la máxima felicidad. Siempre le digo a Cata: “Hija, disfruto más ver tus goles que un gol mío. Prefiero verte jugar a ti o seguirte las horas que tenga que viajar”. Es el mayor orgullo que uno puede tener, sobre todo si está metido en esto del fútbol. Coincido totalmente con Montecinos. Los goles y los partidos de ella son, por lejos, más importantes que los míos.







