Benjamín Vidal, defensor formado en O’Higgins y que supo ser campeón con Universidad de Chile y Universidad Católica, hoy vive una etapa completamente distinta lejos del fútbol.
A los 34 años, el ex zaguero decidió poner fin a su carrera tras una temporada marcada por problemas físicos y personales, y en esta conversación con En Cancha profundiza en los motivos de su retiro, su nueva vida fuera de las canchas y los desafíos que enfrenta en esta etapa.
En un diálogo sincero, Vidal revela que incluso ha recibido propuestas para trabajar en la mina, analiza con madurez su paso por el fútbol chileno y repasa las luces y sombras de una trayectoria en la que asegura haberlo vivido “todo”.
El retiro de Benjamín Vidal y su futuro lejos del fútbol
- ¿Por qué dejar el fútbol a los 34 años?
El último año no lo pasé bien. Tuve problemas físicos y también personales allá en Antofagasta, se me juntaron varias cosas. Las mañanas ya eran distintas, el ánimo también. Y cuando llega fin de año uno se pregunta: “¿Qué hago?”. Pero la idea venía dando vueltas desde mitad de año. Hasta que llegó el momento y tomé la decisión. Cuando la tomé, no hubo vuelta atrás. No me la cuestiono y no me arrepiento. La tomé seguro, y hasta hoy estoy tranquilo con eso.
- ¿Y ahora cómo proyectas tu vida ahora fuera del fútbol?
Sigo jugando acá en la región, pero por amor al fútbol, sin estrés ni presiones. Es solo para disfrutar. Fuera de eso, estoy viendo qué hacer. Tengo unos pequeños negocios, ando moviendo unas luquitas. Y también me han llegado propuestas para trabajar, incluso de minero en ua mina, que es lo típico acá en la zona. Estoy pensándolo bien, viendo qué camino tomar. Mi idea es llevar una vida normal, como cualquier persona. No tengo ningún problema con eso.
- ¿No te complica adaptarte a una vida tan distinta a la del futbolista profesional, como por ejemplo de minero?
No, para nada. Tendría problemas si tuviera que cambiar mi personalidad, ahí sí sería complicado. O si tuviera que alejarme de mis amigos o de mi familia, ahí también habría problemas. Pero reinventarse forma parte de la vida. El fútbol fue una etapa, no toda mi vida. Las etapas se viven y se pasan. Hoy recién estoy justo en la mitad de mi vida
- ¿Te das más libertades ahora fuera del fútbol?
Sí, obvio, aunque como futbolista igual en su momento salía. Ahora tengo más tiempo para ir donde amigos, jugar pichangas, me muevo por aquí y por allá. En el fondo, llevo la vida de un tipo normal, sencillo. No le doy mucho color.
- Para cerrar: cuando miras tu carrera completa, ¿con qué sensación te quedas?
Con un poco de todo. Cuando alguien enumera sentimientos en esta pregunta, yo tengo todos. Pasé por buenas, malas y regulares, dentro y fuera del fútbol. Pero quedo contento: jugué en buenos equipos, en buenas canchas, en buenos campeonatos. También sufrí, descendí, viví momentos duros. Si tú me preguntas “¿qué se siente haber vivido esto o lo otro?”, puedo responder porque lo viví todo.