La crisis de Colo Colo no encuentra aun su salida, y desde la dirigencia la molestia parece ir en aumento. Y tanto desde fuera, como dentro de Blanco y Negro, las miradas apuntan hacia una persona: El gerente deportivo, Marcelo Espina. Y es que muchas de las contrataciones que se han hecho durante su gestión no han dado la nota que se espera para el club, siendo Nicolás Blandi uno de los últimos ejemplos, ya que, con su alto precio, no ha rendido de la forma en que se esperaba. Y aunque algunas voces han pedido su salida, su contrato expira el 2021, y existe una piedra de topa que impediría una pronta salida del histórico referente albo de su puesto. “Su acuerdo fue por 20 mil dólares mensuales más auto y casa, porque estaba viviendo en Argentina. Difícilmente va a renunciar. Y echarlo nos significa un desembolso de aproximadamente, 160 mil dólares. Plata que, por cierto, no tenemos”, reveló un miembro de Blanco y Negro al diario El Mercurio.
Las caídas en la era Espina
Los dardos a Marcelo Espina no son pocos. Algunos de los refuerzos que llegaron bajo su gestión han sido bastante dudosos. Jugadores como Lucas Barrios y Damián Pérez dejaron Colo Colo a los meses de haber llegado y la ruleta de técnicos no ha sido del todo buena. Tras la salida de Héctor Tapia, el club albo quedó en manos de Mario Salas, que a pesar de un regular 2019 que los tuvo en el segundo lugar de la tabla, tuvo una gran distancia con la UC, mientras que a inicios del 2020 tuvo solo malos resultados. Luego, tras la salida del Comandante, Gualberto Jara tuvo que tomar un fierro caliente que está a un punto de quedar en zona de descenso directo