Pablo Solari abrió la cuenta en la final de la Copa Chile ante Everton y encaminó a Colo Colo a ganar su 13° corona en este certamen, curiosamente en un estadio que se ha vuelto "tierra santa" para el "Cacique" y también para el "Pibe".
En la antesala del juego ya se hablaba de la especial relación que tiene el trasandino con el Fiscal de Talca por haber sido el autor del gol que le permitió al "Popular" mantener la categoría, en el dramático duelo ante Universidad de Concepción donde los albos se ganaron la permanencia en Primera División.
Y en esta jornada, el formado en Talleres de Córdoba no defraudó y ratificó que la capital de la Región del Maule le viene bien. Ya en el primer tiempo insinuó con varias aproximaciones por el sector izquierdo que causaron susto en el área de Everton, pero que la defensa "Ruletera" estuvo firme para evitar los goles.
Sin embargo, en la segunda etapa el "Pibe" viviría su momento de gloria. A los 55' Javier Parraguez aguantó de buena manera un balonazo de Maximiliano Falcón, se sacó con el cuerpo a Diego Oyarzún y ante el achique del portero Franco Torgnascioli tocó suavemente para Solari, quien definió con arco descubierto para marcar el 1-0 y abrir el partido para el "Cacique".
El marcador lo cerró Joan Cruz (67') con un golazo desde fuera del área tras un pase de Solari, pero sin duda la figura del encuentro fue el "Pibe", quien tuvo una jornada redonda, la que se acabó a los 75', cuando César Fuentes lo reemplazó y el público albo que asistió al Fiscal de Talca se rindió a sus pies.
Además, tras conseguir el título, el argentino fue anunciado como el mejor jugador del certamen, donde marcó cuatro goles y entregó cuatro asistencias, por lo que recibió un galardón que lo certifica como el futbolista más destacado del torneo.