Gustavo Quinteros es, sin dudas, alguien que se ha ganado el amor del hincha de Colo Colo. Lo hizo a su manera: con mucho trabajo, con ese perfil bajo que lo ha caracterizado en su carrera, sin grandes declaraciones ni saliendo todo el tiempo en la prensa.

Si bien él es la cabeza de un grupo exitoso, En Cancha detalla en esta nota qué hace cada uno de sus colaboradores y cómo se trabaja en la semana para tratar de que, cuando juegue el equipo, haya el menor margen de error dentro del campo. Luego, como pasa siempre en este deporte, las decisiones son de los propios jugadores.

Leandro Stillitano y Walter Lemma son sus dos ayudantes de campo, el preparador físico es Hugo Roldán y el entrenador de arqueros, Jorge Martínez. En la semana y hasta en los días libres, su trabajo es importante para darle la mayor cantidad de elementos al plantel y al propio entrenador para que se tomen buenas decisiones.

La defensa y el ataque del "Cacique"

Algún día de la semana, se realizan trabajos sectorizados, en lo que el aspecto defensivo está a cargo de Stillitano, mientras que el ofensivo lo ve Lemma. Ahí es donde se utiliza a la tecnología como aliada. Los que deben proteger a Brayan Cortés, por ejemplo, ya saben en base a estadísticas por qué sectores suelen atacar los rivales de turno. Además, se busca mejorar el rendimiento individual de cada jugador.

Otro dato: Gabriel Suazo y Óscar Opazo hoy ganan en promedio el 70% de los duelos defensivos. Hace un tiempo, esa marca rozaba el 50%. ¿Cuál fue el objetivo que se trazó el cuerpo técnico? Que todos los defensas del Cacique lleguen al 70%, un gran número que consiguió Nicolás Tagliafico (futbolista del Ajax y la selección Argentina) en la Copa Sudamericana que ganó Independiente en 2017, en que estaba Stillitano como ayudante de campo. Hoy, las estadísticas individuales de cada uno están en esa cifra.

Además, se realizan trabajos de coordinación de manera conjunta con los volantes. Allí se busca potenciar virtudes propias y prevenir ataques del adversario de turno. Al igual que sucede con el aspecto ofensivo, después de cada partido, cada jugador recibe un video corto que contiene estadísticas y acciones de juego donde se marcan aspectos positivos y negativos.

Un tema importante es que hay un buen ida y vuelta entre el plantel y el cuerpo técnico, que le da la posibilidad al futbolista de también opinar libremente acerca de lo que ve desde dentro del campo de juego, que puede servir para mejorar. En defensa se ensaya con línea de cuatro, la que utiliza el equipo habitualmente, pero también con 3 o 5 por si alguna circunstancia del juego así lo requiere.

En ofensiva, Lemma también trabaja en base a potenciar las virtudes propias y con información del rival de turno para explotar puntos flacos ajenos. Como la mayoría de los equipos suelen esperar con mucha gente atrás a Colo Colo, se hace hincapié en la necesidad de que haya un buen circuito de juego, pases que puedan romper líneas y proyección de los laterales para sumar más gente en ofensiva. Si uno va a la estadística fría del campeonato, Juan Martín Lucero convirtió "apenas" dos goles. Pero, sin ir más lejos, brindó dos asistencias en el clásico y es un 9 que participa mucho del circuito de juego para salir del área, sacar a su marca y que algún otro futbolista pueda ingresar a la zona. Más allá de sus cualidades innatas, todo eso se trabaja en la semana.

La importancia de la preparación física

Para la gente que no tiene gran conocimiento, está instalado que el preparador físico de un equipo es fundamental en la pretemporada y que, durante el resto del año, su trabajo pierde valor. Claramente esto no es así y Hugo Roldán no es la excepción.

Si bien en el fútbol moderno cada vez más los ejercicios físicos se combinan con la pelota, su función abarca desde monitorear las cargas de los futbolistas para reducir el margen de error de las lesiones hasta gestionar la planificación y la puesta a punto física en base al calendario de partidos. No es lo mismo el Colo Colo que disputó el torneo local y la Copa Chile, que este que también afrontará esos dos torneos y la Libertadores. Por eso, es clave saber leer datos del desgaste que hace cada jugador y entender que no todos los físicos reaccionan de igual manera o tienen el mismo tiempo de recuperación después de los 90 minutos.

El profe, un gran cocinero según lo describen sus propios compañeros del cuerpo técnico, debe estar atento a un aspecto clave: como a Quinteros le gusta mucho entrenar en campo, durante la práctica hay una persona que monitorea por GPS en tiempo real las cargas de los jugadores. Cuando se advierte que alguno está llegando al límite, se le avisa a Roldán y este se lo comunica al entrenador para evitar lesiones.

¿Y el entrenador de arqueros?

Jorge Martínez es quien se encarga de preparar a los arqueros. Su trabajo también cuenta con un lugar importante en base a las estadísticas: sin ir más lejos, el penal que le atajó Brayan Cortés en el clásico al "Chorri" Palacios (luego anulado por adelantamiento del portero) tuvo un estudio previo, ya que el futbolista de la U mayormente suele patear al palo derecho del portero. Allí hay una combinación entre las cualidades del propio futbolista de La Roja y la información que se le proporciona a la hora de tomar decisiones.

Como el sistema de juego de Quinteros parte de la premisa de salir jugando desde abajo, Martínez focaliza un aspecto de su trabajo en que los arqueros manejen bien los pies para que haya una salida clara cuando sea posible, además del trabajo típico focalizado en el desempeño bajo los tres palos y la salida en los centros.

Todos ellos son escuchados por el propio entrenador de Colo Colo, quien es el que tiene la palabra final a la hora de tomar decisiones.

El penal atajado por Claudio Bravo a Santos Borré en la derrota del Betis

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