Cristián Zavala llegó este año a Colo Colo como el primer refuerzo de la temporada y si bien no ha podido asegurar un puesto de titular es un jugador que de a poco ha ido sumando minutos en cada uno de los partidos, incluso en el último encuentro del Campeonato Nacional fue titular ante Curicó Unido en la victoria de los albos por 2-1.
Fuera de la cancha, el exjugador de Deportes Melipilla, tiene un importante rol social que lo toma como algo importante de su vida al que le dedica tiempo y preocupación. En diálogo con el canal de Twitch, Blizsport, Zavala reveló el emprendimiento sin fines de lucro al cuál le dedica en gran parte de su tiempo libre.
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"Un día estábamos conversando con mi polola y le pregunté: '¿Te parece que hagamos esto?' Me dijo que ella también lo estaba pensando. Es una escuela de fútbol sin fines de lucro, no se le cobra nada a nadie y tampoco se limita a un nombre de equipo. Se llama Escuela de Fútbol El Presente y van los que quieran", expresó el futbolista.
"Me hablaron muchos políticos y después nada"
Asimismo, el delantero de Colo Colo lanzó un dardo a los políticos que se acercaron a su proyecto para ofrecer ayuda, pero nunca llegó nada.
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"No hay ayuda económica. Me hablaron muchos políticos al principio, pero después nada. El primer día varios fueron a sacarse fotos y después nunca más. Tenemos tres profes y no les puedo decir que vayan por el amor al arte, es su trabajo y estudiaron para eso, así que el sueldo sale de mi bolsillo. Adidas me ayudó con los materiales. El Club Social me ayudó con otras cosas. Lo demás es todo mío", aseveró.
Por último, el oriundo de Puente Alto, relató sus duros inicios en el fútbol, señalando que siempre fue hincha de Colo Colo, club al que luchó por volver luego de pasos por Coquimbo Unido y Deportes Melipilla, tanto en el Campeonato Nacional como en Primera B.
"Empecé en el fútbol joven de Colo Colo, salí a Magallanes, tuve un problema por temas económicos y decidí ir a Coquimbo. Soy hincha de Colo Colo. A los 17 me fui a Coquimbo con mi polola. Tengo una tía allá, ellos tienen una casa y no teníamos las ganas de molestar, así que llevamos una carpa, un colchón inflable y nos quedamos en el patio. Ahí me dicen que me iba a quedar y llamamos a mi mamá, fuimos a buscar más ropa y estuvimos en la misma carpa por tres meses. De ahí nos ayudaron con el arriendo", sentenció.
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