Colo Colo fue humillado, vapuleado y goleado en Brasil contra el Fortaleza por Copa Libertadores. Un contundente 4-0 que dejó en evidencia el mal nivel que arrastra el cuadro albo, no solo en lo colectivo, sino que también en cuanto a nivel individual.
Se nota una total desconexión entre los jugadores y el cuerpo técnico, dejando en evidencia que hay un “camarín roto”. Situación que se arrastra desde el comienzo de temporada, pero no de forma notoria, sino que ha ido escalando paulatinamente.
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El quiebre entre el cuerpo técnico y los jugadores
Si uno compara la temporada pasada y la actual, se nota una gran diferencia, tanto en lo anímico como en lo futbolístico. Pero ¿a qué se debe este importante bajón? La respuesta es simple: un cambio en el staff de Jorge Almirón.
En 2024 existía una relación muy humana y orgánica del cuerpo técnico con los jugadores, en donde era Maximiliano Velásquez el nexo entre ambas partes, explicando con peras y manzanas la idea del técnico. No solo eso, sino que era él quien tenía un rol de “padre” dentro del plantel.
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Si es necesario un ejemplo, Velásquez era una especie de Luis María Bonini, mientras que Jorge Almirón sería Marcelo Bielsa. Uno se centra en la faceta humana, mientras que el otro en lo táctico-técnico.
El argentino era quien traspasaba la idea a los jugadores, explicándoles con detenimiento su rol dentro de la cancha. Así fue durante todo 2024, hasta que en enero comunicó su salida, ya que emprendía vuelo al Tigres de México.
Fue ese el momento clave, ya que Pablo Ricchetti, quien llegó para reemplazar a Maximiliano Velásquez, no logró repetir esa unión con el plantel. Por lo mismo, se perdió la esencia que tenía Colo Colo el año pasado. No es que tengan un problema con Ricchetti, pero no logra comunicarse como lo hacía su antecesor.
Maximiliano Velásquez: el cable a tierra de Jorge Almirón
Pero la salida de Velásquez no solo afectó a la relación entre ambas partes, sino que también a Jorge Almirón. En palabras simples, el ayudante técnico era su cable a tierra cuando estaba nublado, era el que le aconsejaba sumar a un puntero en vez de un defensa, por poner un ejemplo concreto.
Por lo mismo, ahora se nota que Almirón está perdido, ya que no cuenta con la claridad de Maximiliano Velásquez, quien lo acompañó en sus pasos por Boca Juniors y Elche.