Gonzalo Barriga habló con En Cancha y recordó parte de sus inicios en el fútbol, entre ellos su paso por Colo Colo, donde estuvo haciendo las inferiores con 13 años.
El histórico volante de O’Higgins reconoció que era hincha del Cacique, aunque que con el paso del tiempo fue perdiendo el fanatismo y se volvió mucho más neutral.
Además, Gonzalo Barriga detalló que la salida de Colo Colo fue una decisión propia. El tema de los traslados influyó bastante y finalmente decidió dejar el Estadio Monumental.
—¿De qué equipo era hincha cuando chico?
De Colo Colo. En mi familia la mayoría es colocolina, así que era natural. Mi papá y mi hermano me llevaban al estadio y todo.
—¿Llegó a estar en las inferiores del club?
Sí, estuve en Colo Colo cuando tenía 13 años, en el Monumental. Fue una experiencia linda, pero después, cuando empecé a jugar fútbol más en serio, me olvidé del hincha.
—¿Cómo así?
Es que me di cuenta de que esto era lo que más quería hacer en la vida, y me empecé a hacer hincha del fútbol en general. Apoyaba a los equipos chilenos en copas internacionales, sin importar cuál fuera.
“Era peligroso ir a entrenar a Departamental”
—¿Cómo fue ese paso por Colo Colo en las divisiones inferiores?
—Mira, fue grato. Mi papá me consiguió una prueba cuando yo estaba en octavo básico. Me llevó al estadio, yo feliz, la jugué. Me estaba probando con chicos de mi edad y, no sé, a los cinco minutos ya había hecho dos goles. Era muy rápido y habilidoso, me arrancaba por la banda y no me pillaban más. Como a los cinco o diez minutos me llamaron: “¿Cómo te llamas? Gonzalo. Venga, venga”. “¿Qué pasó, profe?”. Y me dicen: “Gonzalo, necesito que te vayas a la cancha de allá, el profe ya sabe que vas para allá”. Me mandaron a la sub-15, aunque yo tenía 13. Estaba el Chano Garrido por ahí. Me vieron condiciones y me subieron al tiro para entrenar con los más grandes. Y me fue bien.
—¿Y por qué no siguió en Colo Colo?
—Tuve problemas con el tema de los traslados. Yo tenía que ir solo, y era peligroso ir a entrenar a Departamental. A varios compañeros los cogoteaban, como se decía antes. Entonces, preferí seguir estudiando y jugar en otro lado, pero sintiéndome más seguro.
—¿Esa fue la razón principal para no continuar en el club?
—Sí, por seguridad. Mi papá trabajaba, mi mamá también, y mis hermanos estudiaban. O iba solo o no iba. Y decidí que no, preferí jugar en otro lado y estar más tranquilo, porque al final igual era un niño, tenía 13 años.
—¿Y nunca se arrepintió de esa decisión?
—La verdad, no. Nunca me he arrepentido de las decisiones que tomé. Sí me hubiese encantado quizás tener un partner, un compañero de Quilicura o de Conchalí para viajar juntos. Pero como todos vivían hacia otro lado y yo tenía que ir solo, se hacía complicado. Una lata, pero así es la cosa.
