
Colo Colo vuelve a revivir su peor teleserie del mercado, la del centrodelantero. Pero no exactamente por los que buscan fichar, sino de los que necesitan desprenderse.
Hoy es Salomón Rodríguez el que ocupa ese papel protagónico en un ciclo que parece no tener fin en Macul: quedar amarrados a un delantero extranjero que no funcionó por distintos motivos.
El charrúa llegó como una compra histórica en el verano del 2025 desde Godoy Cruz, la que hoy se convirtió en un dolor de cabeza en la dirigencia liderada por Aníbal Mosa.
Un ciclo sin fin de “cachos”
Toda la pesadilla partió con uno que se convirtió en futbolista símbolo de los malos negocios y que, no todo jugador con buen cartel significa rendimiento automático.
Lee tambiénMartín Ballesteros, sin espacio en Colo Colo: “Quizás no estoy haciendo lo suficiente para que me den la confianza”Nicolás Blandi llegó en el verano del 2020 por 1.2 millones de dólares pagados a San Lorenzo y casi 80 millones de pesos mensuales de sueldo.
¿El resultado? Solo dos goles y una temporada y media intentando deshacerse de él, ya que no quería dejar su cuantioso cheque así como así.
Jugada que se convirtió en ejemplo recurrente de un mal fichaje y que en ese entonces era la obsesión de Marcelo Espina, gerente técnico de la época. De hecho, cuenta la leyenda que el Cabezón rechazó a Fernando Zampedri por preferir a Blandi.
Una seguidilla de lesiones y un bajón “mental” que lo borró de la lucha por el descenso generó todavía más anticuerpos con el argentino, que finalmente destrabó su salida en julio de 2021, ahorrándole casi 1 millón de dólares en sueldo a Blanco y Negro.
Por si fuera poco, el Ciclón demandó al Popular por dineros adeudados, algo que incluso llegó al TAS, que estimó que Colo Colo debía pagar 400 mil dólares a los argentinos.
Después de Lucero llegó Lezcano
Luego de sanarse de esa herida, Blanco y Negro había acertado con la llegada de Juan Martín Lucero en 2022, quien con goles llevó al Cacique al título del torneo nacional. Claro que ahí ocurrió lo contrario a lo de Nico Blandi. Fue el mismo Gato quien forzó su salida de Colo Colo rumbo a Fortaleza, obligando a la dirigencia a ir a la FIFA contra él y el club brasileño.

Esa partida exprés de Lucero tuvo al club nuevamente buscando un delantero contra el tiempo, además de la presión de Gustavo Quinteros, conocido por sus reclamos públicos por refuerzos.
Ahí comenzó la etapa de Darío Lezcano en Pedrero. El paraguayo, de 32 años, llegó bajo la gerencia deportiva de Daniel Morón en 2023 con la misión de hacer olvidar a Lucero.
Y aunque sorprendió marcando varios goles en su llegada, cuatro tantos, lo que vendría después fue toda una pesadilla para el club.
Sobre todo con Quinteros, con quien tuvo desencuentros y terminó sacándolo del equipo y dejando a un joven Damián Pizarro con la responsabilidad de liderar el ataque albo.
“Todo el mundo le tenía miedo a Gustavo Quinteros, nadie quería hablar porque él amenazaba a los jugadores, nos decía ‘si ustedes hablan, no van a jugar’. Para mí es ser doble cara”, fue lo más suavecito que le dijo al entrenador una vez que ya no estaba en el equipo.
En el 2024 parecía que el paraguayo se quedaba, con Jorge Almirón ahora en la banca. Pero en una extraña negociación, Lezcano salió del club y trajeron de reemplazo a Guillermo Paiva.
El problema vino después, con la demanda por parte del exseleccionado paraguayo hace solo unos días.
870 mil dólares exige el jugador a los albos por medio de la FIFA, por un supuesto dinero que le deben en el Monumental por el arriendo de su pase.

Nadie quiere a Salomón Rodríguez
Dos grandes problemas para el Cacique, al que ahora se suma Salomón Rodríguez. Desde 1.5 hasta 2.5 millones de la moneda norteamericana se ha hablado que costó su pase a Godoy Cruz tras ser pedido por Almirón, quien ya no está en el club.
Desde ByN ya definieron que no será parte del plantel 2026, con un préstamo como la opción más probable. Pero tras un oscuro año en el que solo marcó 3 goles, tampoco ha sido encontrarle un club interesado.
De la salida de Rodríguez depende de que traigan otro delantero que compita con Javier Correa, donde ya estaría cerrado que sea Damián Pizarro. Pero, por ahora, todo está pausado, causándole otro dolor de cabeza a la concesionaria, que ya suma un tercer delantero al ciclo de “cachos” que parece no tener fin.






