Copa Chile

La hazaña de Chillán: cuando un modesto Ñublense eliminó al todopoderoso Colo Colo en una llave de Copa Chile

En Chillán aún recuerdan una de las series coperas más asombrosas que se han registrado en el torneo que rinde tributo al territorio nacional, por los cuartos de final de la Copa Chile 1995.

Los octavos de final ida de la Copa Chile ofrecen este miércoles un duelo sumamente atractivo. A partir de las 18:00 horas, en el estadio Nelson Oyarzún de Chillán, Ñublense recibirá a Colo Colo, en un choque que no solo encaminará una llave hacia los cuartos de final, sino que también pondrá frente a frente a dos de los equipos animadores del Campeonato Nacional.

Un duelo que de por sí convoca, pero que además invita a echar a andar la memoria, en busca de momentos singulares que hayan animado en el pasado rojos y albos. Y, cómo no, resalta de manera instantánea la llave que en 1995, es decir hace casi tres décadas, animaron ambos elencos por los cuartos de final de la edición 25 de la Copa.

Esa serie de eliminación pasó a ser conocida como "La Hazaña de Chillán", pues contra todo pronóstico, Ñublense dejó en el camino a Colo Colo y se metió entre los cuatro mejores equipos del país. Para dimensionar la real valía de lo conseguido por los chillanejos, bien vale un análisis de las realidades por las que atravesaban en ese entonces los "Diablos Rojos" y el "Cacique".

Hoy en día, un Ñublense vs Colo Colo es un plato habitual en el panorama futbolero nacional. Pese a algunos resbalones (han caído un par de veces a Primera B), los del Ñuble son desde 2007 regulares en Primera División, por lo que medirse ante los Albos ha sido parte de la cotidianeidad.

En 1995, en cambio, el choque entre chillanejos y blancos era toda una rareza. Un frente a frente insólito, pues Ñublense había estado por última vez en la serie de honor en 1981 y, desde ese entonces, había deambulado sin muchas luces entre la segunda y tercera categorías de nuestro fútbol.

Ñublense vs Colo Colo: 20 mil personas en el antiguo Nelson Oyarzún

El sorteo de la Copa de 1995 determinó que, en los cuartos de final, Colo Colo se mediría ante Ñublense de Chillán. Los pronósticos auguraban que la llave sería coser y cantar para los albos, que en ese entonces estructuraban un plantel de excelencia bajo la conducción del paraguayo Gustavo Benítez, que luego ganaría tres campeonatos nacionales y llegaría a semifinales en Copa Libertadores.

Ñublense, por su parte, había vuelto a la segunda categoría recién en 1992, luego de permanecer por una temporada en Tercera (hoy, Segunda División). Expectación total en Chillán y en todo el Ñuble, ya que después de casi una década Colo Colo volvía a presentarse en la ciudad.

El partido de ida se jugó el 3 de agosto de 1995 en un repleto estadio Nelson Oyarzún. En el recinto antiguo, de madera, rústico y con las bicicletas estacionadas a un costado de la cancha, unas 20 mil personas llegaron a alentar a los "Diablos Rojos". Contra todo pronóstico y ante el júbilo de los hinchas, Ñublense derrotó por 2-0 a Colo Colo, con anotaciones de Arturo Cubillos y Mario Lagos.

El golpe final fue en el Monumental

Para el partido de vuelta, fijado para el 15 de agosto, no había muchas expectativas en que Ñublense pudiera sostener el resultado de la ida. El 2-0, por muy heroico que fuera, parecía más que nada una anécdota y no aseguraba que los rojos, un modesto cuadro de Segunda, pudiera sortear la llave ante un conjunto que apenas hacía cuatro años había sido campeón de la Copa Libertadores de América.

Las formaciones para la revancha confirmaban que se trataba de un choque entre David y Goliat. Colo Colo alineó con Marcelo Ramírez; Gabriel Mendoza, Pedro Reyes, Agustín Salvatierra, David Henríquez, Freddy Ferragut, Fabián Estay, Marcelo Espina, Marcelo Vega, Marco Etcheverry y Hugo Rubio... Por su parte Ñublense, bajo el mando técnico de Esaú Bravo, salió a la cancha del Monumental con Marcelo León, Manuel Díaz, Sergio Villegas, Hernán Muñoz, Sergio Salazar, Paulo Vergnano, Larry Aliaga, Leonardo Soto, Arturo Cubillos, Marco Sepúlveda y Mario Lagos.

Y se dio lo impensado. Para no creerlo, porque a los 11' la visita se puso en ventaja con gol de Sepúlveda. Reaccionó el "Cacique" y llegó a estar 3-1 arriba, debido a un autogol de Díaz (44'), un penal ejecutado por el "Diablo" Etcheverry (53') y un gol de Mauricio Illesca (54'), quien había ingresado en el entretiempo.

A los 66', Héctor Lizana, quien estaba desde hacía 10 minutos en la cancha en reemplazo del "Chico" Cubillos, marcó de penal el 3-2 y pese a que "Bototo" Illesca marcó el 4-2 a 15 minutos del final, la sentencia estaba ejecutoriada: gracias a los goles marcados en calidad de visitante, Ñublense logró el boleto a las semifinales. Incrédulos, en Macul se preguntaron por mucho tiempo dónde había estado la falla.

En la ronda de los cuatro mejores, Ñublense cayó inapelablemente ante Universidad Católica, equipo que a la postre sería el campeón de la Copa. Sin embargo, lo vivido en la primera quincena de agosto de ese año se transformó en un recuerdo imborrable para los fanáticos chillanejos: contra todo augurio y en un resultado que quedó para siempre en la memoria, eliminaron a un poderoso Colo Colo.

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